Opinión

Presencia economica

Presencia economica

Ideas equivocadas

¿Debemos considerar a la economía como un campo del saber vedado para simples mortales? ¿Será cierto que la economía es una disciplina autónoma y que se encuentra por encima de cualquier otra ciencia social?

Constituye una deformación científica pretender separar a la economía del conjunto de las ciencias sociales al otorgarle un rango de superioridad respecto de la historia, la política y la sociología, entre otras disciplinas, llegando al extremo de considerarla como un campo del saber exclusivo de especialistas en la materia

El economista francés Thomas Piketty escribe en su valorado libro “El capital en el siglo XXI” (2013) una frase que no tiene desperdicio: “No concibo otro lugar para la economía que como una subdisciplina más de las ciencias sociales”. Al respecto cuestiona todo afán por hacer de la economía un coto cerrado para las personas que no han ocupado un asiento en las aulas universitarias.

Piketti es categórico al externar su opinión sobre la economía: “No me gusta mucho la expresión ¨ciencia económica”: me parece terriblemente arrogante y podría hacer creer que la economía ha logrado un estatuto científico superior, específico, distinto de las demás ciencias sociales”.

Lo expresado precedentemente se asocia a la forma de comunicación que suelen adoptar profesionales de la economía a la hora de exponer sus ideas ante un público no especializado. Es innegable que el lenguaje de muchos economistas suele ser un tanto extraterrestre debido a su recurrente manía de emplear términos técnicos que sólo son interpretados por una reducida élite intelectual, como si se tratara de una decisión tomada a propósito para no hacerse entender.

Hay quienes piensan que mientras más complejo y especializado sea el lenguaje que emplee un economista, mejor será su posicionamiento en la credibilidad profesional. Grave error. Porque se estaría en presencia de un intelectual encerrado en su ego personal, el cual dejaría de lado el interés de los simples mortales por conocer más sobre los fenómenos económicos.

Se sabe que desde los primeros economistas clásicos hasta Keynes, el lenguaje económico era complejo, pero amigable, exigente y a la vez de lectura placentera. Hay quienes piensan que mientras más oscuro y complejo sea el lenguaje que emplee un economista para comunicar sus ideas mejor técnico será.

Se hace necesario que las estructuras gubernamentales y las entidades financieras impartan cursos internos a sus técnicos para comprender a comunicar y hacer comprensible la economía para un mayor número de ciudadanos tomando en cuenta que son los destinatarios de las políticas públicas.

Téngase presente que el estudio de los hechos económicos no puede hacerse al margen de los fenómenos sociales, especialmente en su conexión con la política y la historia. Porque atribuir a la economía un carácter de ciencia social que se explica por sí sola no deja de ser una gran equivocación.

El Nacional

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