¿Respiro petrolero?

Todo indica que en la determinación de los precios del petróleo durante el 2015 jugará un papel clave la relación oferta/demanda nivel global.

Y ya se sabe que no existen planes en los centros de decisiones del mercado petrolero internacional por hacer recortes en la producción del crudo, a pesar de que algunos miembros de la Organización de Países Productores y Exportadores de Petróleo (OPEP) han estado promoviendo la reducción programada de la oferta.

Algunos analistas sostienen que problemas de competitividad en algunas plataformas petroleras activas de Estados Unidos podrían generar una reducción –no programada- en la oferta petrolera durante el segundo semestre del presente año, proyección que ya comienza a frenar la caída libre del precio del crudo.

Téngase en cuenta que para finales de enero del presente año el barril de petróleo tipo Brent (de referencia europea) se cotizaba a 49,12 dólares, en tanto que el tipo WTI (relativo al mercado norteamericano) alcanzaba los 45,90 dólares. En pleno febrero de 2015 los tipos del crudo se cotizan por encima de los 57 dólares el barril y 52 dólares, respectivamente.

Los países importadores del crudo (tal es el caso de la República Dominicana) se han visto beneficiados por la sensible reducción en los precios del petróleo, pues con el ahorro de divisas que genera un petróleo relativamente barato se estimula el crecimiento económico al reducirse los costos de producción de bienes y servicios.

Es claro que para la subregión centroamericana y caribeña la caída en picada de los precios del petróleo y la evidente recuperación de la economía norteamericana son factores que están contribuyendo a un mejor desempeño económico. Téngase presente su alta dependencia económica respecto del desempeño productivo, comercial y financiero de Estados Unidos. Pensemos en los fuertes flujos bilaterales de exportaciones, remesas y turismo…

Pero una cosa sí es cierta: a Estados Unidos no le conviene que los precios del petróleo siga cayendo por debajo de los 50 dólares, pues semejante situación pondría en serios aprietos a los productores del petróleo de esquisto que se genera a través del procedimiento de la fragmentación hidráulica (fracking), técnica que ha facilitado el impresionante crecimiento de la producción petrolera norteamericana.

En lo concerniente a Sudamérica, la cual se encuentra más vinculada con las economías europeas y asiáticas, su actual desempeño económico luce incierto y por demás preocupante. El Banco Mundial así lo expone: “La caída en el precio de los metales y algunos granos influyó en la desaceleración que se ha dado en las economías de América del Sur en los últimos 18 meses. La súbita caída en el precio del petróleo tendrá efectos importantes”.

Es innegable que la acentuada caída en los precios del petróleo gravita sobre el comportamiento de las finanzas públicas de los países productores y exportadores del crudo, así como de aquellas economías importadoras de hidrocarburos.