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Rejuegos de bonos

 

¿Cuál es la participación de los bonos soberanos dentro de las operaciones financieras internacionales? ¿Será cierto que para muchos inversores internacionales resulta más rentable y seguro deshacerse de sus bonos corporativos para dar paso a la adquisición de bonos soberanos?

Un bono no es más que un instrumento de deuda que genera una obligación de pago fijo de una suma de dinero expresado en lo que cobra el tenedor de ese título financiero a través de la tasa de interés. Es como un pagaré. Los bonos son instrumentos financieros emitidos por el Estado y empresas privadas para cubrir sus necesidades de dinero.

El Estado o las empresas les piden prestada determinada cantidad de dinero a los inversionistas o compradores de tales bonos, comprometiéndose a devolverles el capital más los intereses o rendimiento al término de un tiempo acordado.

Quien emite el bono lo hace porque necesita dinero en efectivo para desarrollar determinado programa de inversión o con el objetivo de enfrentar determinados compromisos financieros para los cuales no cuenta con los correspondientes recursos.

Los bonos pueden ser emitidos ya por empresas, Estados o entidades crediticias multilaterales como el Banco Mundial (BM) y Banco Interamericano de Desarrollo (BID) mediante el otorgamiento de garantías financieras. Eso significa que existen bonos privados y bonos públicos.

En el lenguaje financiero internacional suele hablarse de bonos corporativos, que son aquellos emitidos por las empresas con el propósito de captar dinero fresco para ejecutar, por ejemplo, un proyecto de expansión y renovación tecnológica.

Cuando esas empresas sufren una caída en el valor de sus acciones, entonces los inversionistas que adquirieron los bonos sufren las consecuencias negativas, a tal punto que en medio de grandes escándalos financieros sobreviene el nerviosismo y la evaporación de miles de millones de dólares.

Fraudes contables detectados en grandes empresas han sembrado desconfianza entre los accionistas y los tenedores de bonos corporativos que concurren a los mercados financieros internacionales.

Recordemos los escandalosos casos de Enron Corporation y WoldCom en Estados Unidos acaecidos en los inicios del siglo 21. El precio de las acciones de la primera empresa cayó por el suelo cuando se hizo público el manejo fraudulento de sus registros financieros. Lo propio ocurrió con WorldCom, una empresa de telecomunicaciones de los EEUU que quebró en 2002 debido a la mayor manipulación contable de la historia estadounidense.

Pero hay más. Impactado por los efectos devastadores de la Gran Recesión (2008-2009) y ante los escándalos de fraudes en compañías privadas muchos inversores internacionales procedieron a transferir sus capitales en bonos corporativos a deuda soberana.

Y es que los capitales suelen desplazarse hacia donde se registra mayor rendimiento y menor riesgo. Los bonos soberanos tienen el respaldo del Estado. No existe el riesgo contable que está presente en los bonos que emite una empresa.

El Nacional

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