Opinión

Presencia económica

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Daniel Guerrero

¿Soñando con Doha?
La Ronda Doha de negociaciones comerciales multilaterales en el marco de la Organización Mundial del Comercio (OMC) agota ya sus quince años de agenda de trabajo sin que afloren a la vista resultados concluyentes que pudiesen anunciar el fin de la misma, abriendo paso a un nivel superior de regulación del comercio internacional.

Bien se sabe que el juego está trancado porque no existe un consenso entre los países desarrollados, emergentes y el resto de los subdesarrollados para alcanzar un mayor grado de liberalización del comercio en sectores claves como el agrícola, industrial y de servicios tendente a impulsar un mejor desempeño de la economía mundial.

Téngase en cuenta que las decisiones en el marco multilateral de la OMC se adoptan según el famoso principio de “Todo único”, lo que significa que no habrá punto final en las negociaciones hasta tanto todos los participantes estén de acuerdo.

Y ocurre que el tema agrícola ha devenido en manzana de la discordia entre los países industrializados y el mundo subdesarrollado o en desarrollo, como se estila decir en la literatura económica internacional.

Los países industrializados, con Estados Unidos al frente, se muestran renuentes a eliminar su política de subsidios en provecho del sector agrícola, en tanto que países emergentes, que son países subdesarrollados con mejor nivel de avance productivo han logrado promover una mejor identidad de intereses con numerosos países de Asía, África y América Latina.

Cierto: En las negociaciones de la Ronda Doha no se ha podido desatar el nudo gordiano en materia de eliminación de la protección a productos agrícolas con altos aranceles, los subsidios a la exportación y apoyo a los productores agropecuarios. Además, no existe acuerdo entre el mundo industrializado y las economías subdesarrolladas en el tema del libre acceso de los productos agrícolas, entre otros.

Así las cosas podría pensarse que el acuerdo sobre la facilitación del comercio aprobado en el marco de la Novena Reunión Ministerial de la OMC celebrada en diciembre de 2013 en Bali, isla de Indonesia, constituyó un paso importante para relanzar las negociaciones comerciales multilaterales de la Ronda Doha.

Pero ocurrió que en la Décima Reunión Ministerial de la OMC celebrada en diciembre de 2015 en Nairobi, capital de Kenia, se consensó una declaración final en la que no fue posible “reafirmar” los esfuerzos en la conclusión de la Ronda Doha.

Y es que los países industrializados parecen decididos dejar atrás el escenario de las negociaciones comerciales multilaterales en el marco de la OMC para privilegiar los acuerdos comerciales bilaterales y los llamados mega acuerdos regionales al estilo del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés) y el Acuerdo de Comercio e Inversiones (TTIP) que se está negociando entre Estados Unidos y la Unión Europea.

La Ronda Doha se encuentra estancada 15 años después de su puesta en movimiento y al parecer la misma no será retomada con optimismo por los 164 países miembros de la OMC debido al choque de intereses económicos y geopolíticos que preludian el colapso final de ese necesario foro multilateral de negociaciones comerciales.

El Nacional

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