Opinión

Preservar al PLD

Preservar al PLD

Ramón Rodríguez

Nadie en su sano juicio podría negar, que la crítica, la autocrítica, el respeto a Ley Sustantiva, la libertad de expresión y sobre todo, las denuncias responsables de los ciudadanos y las instituciones con aval moral, son los mecanismos de los que dispone la democracia para fortalecer sus instituciones y corregir aspectos que puedan hacerla colapsar.

Harto conocido es, la incidencia que tuvo el Washington Post para que el presidente Richard Nixon se viera obligado a renunciar del cargo por actos delincuenciales que constituían un innegable abuso de poder.

El Estado estadounidense pudo resistir esa crisis institucional, llevando a cabo simplemente las reglas democráticas y un régimen de consecuencia protector del Estado por el que dieron sus vidas: Washington, Jefferson Lincoln y Martin Luther King. Cuando Richard Nixon abandonó la Casa Blanca, hecho ocurrido el 9 de agosto de 1974, ya habían transcurrido 185 años de vida democracia en los Estados Unidos

La República Dominicana vive en estos momentos una situación políticamente delicada. Mientras algunas instituciones y actores políticos interesados empujan a la población a protestar para que cese la impunidad y se aclare de una vez y por todas el escándalo de Odebrecht y otros actos bochornosos de corrupción, algunas manos ocultas, pero conocibles, están jugando a un caos social, para el cual no tienen respuestas.

Obvian quienes están jugando a la ingobernabilidad, que la misión de un actor político serio, siempre será, fortalecer el sistema democrático y nunca intentar matar a sus actores y más en este caso, al principal partido de la República Dominica, que sin lugar a dudas lo es el Partido de la Liberación Dominicana, institución, la cual todos debemos preservar, si queremos fortalecer el sistema democrático.

Es razonable, que son sus líderes más consecuentes y sus bases, quienes deben promover sanciones ejemplarizadoras a quienes se burlan de la memoria de Don Juan Bosch.

Es preocupante que algunos miembros de iglesias estén muy entusiasmados con el color verde y olvidan que tenemos una escasez de líderes nacionales y son pocos los que tienen la autoridad para detener cualquier estallido social.

Lo atinado siempre será denunciar a los corruptos, protestar, marchar pacíficamente, hacer valer el derecho del pueblo, de quien emanan los poderes, pero

El Nacional

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