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Presupuesto y deuda pública

Presupuesto  y deuda pública

El Consejo de Ministros que encabezó el presidente Danilo Medina aprobó el 26 de septiembre último el anteproyecto de Presupuesto General 2015 de RD$630,934 millones o RD$17,798 millones más que el de este año que es de RD$613,136 millones. El finado político licenciado José Ernesto García Aybar, que me distinguió con su amistad en su hogar, en varias ocasiones me confió que el generalísimo Rafael Leónidas Trujillo dispuso siempre las sumas de los presupuestos del Gobierno contando con los impuestos de exportación a la entonces economía de postre del país, café, tabaco, cacao y azúcar, y el resto de Rentas Internas y Aduanas era complementario, pero lo básico era lo primero, y siempre resultó correcto.

Ahora los presupuestos se estructuran contando con Aduanas, ITEBIS y el ISR, que fluctúan conforme a las variables de cada segmento, a veces suben, a veces disminuyen.

Cuando El Jefe cae abatido por el plomo tiranicida el 20 de mayo de 1961 la deuda externa era de US$14 millones US$17 mil millones o un 45% del PIB contra el 33% del 2013, un maratón de compromisos peligrosos que en su último informe el Banco Mundial, que solo Diario Libre comentó los días 16 y 25 de septiembre calificó de “evitar una senda explosiva de un déficit primario peor a lo esperado o un shock sobre la tasa de cambio que podrían resultar en unos niveles insostenibles de la deuda pública”.

Ese análisis del BM más que una advertencia es una censura a la política de endeudamiento creciente y no aconsejable que ha insistido el PLD en escalar fundamentado en la reelección del ex presidente Leonel Fernández y los asomos continuistas, aunque no confirmado, del presidente Medina, cuando la historia señala la dimensión perjudicial de la reelección en nuestro país, sinónimo de corrupción y secuestre dócil de voluntades é instituciones.

El itinerario del crecimiento desorbitado de la deuda pública se inició en 2003 con la quiebra del Banco Intercontinental en el Gobierno del presidente Hipólito Mejía que ascendió a RD$65 mil millones por ausencia de fiscalización de sus operaciones, y se acudió a la impresión de inorgánicos, violando un requerimiento del FMI para con los países deudores.

El BM receta al Gobierno del presidente Medina “una agenda de reforma integral de la política fiscal y la gestión de las finanzas públicas” (Diario Libre, 16 de septiembre del 2014).

Una carga que el presidente Medina debe eliminar es el subsidio eléctrico por US$1,500 millones o unos RD$70 mil millones con los que es posible construir tres, no dos, plantas a carbón que este Gobierno construye en Punta Catalina, Peravia para generar 649 megas.

A esos señalamientos del BM el Gobernador del Banco Central, Héctor Vadez Albizu respondió el 18 de septiembre del 2014 que este año cerrará “casi sin déficit fiscal” y que superará tres o cuatro veces lo proyectado por organismos internacionales para América Latina”.

Por su parte el PNUD incluyó a República Dominicana en una lista de 53 países a los cuales definió como poseedores de un índice de desarrollo alto en un informe que divulgó el 25 de septiembre del presente año.

Valdez Albizu estimó que la economía concluirá este año en un 5.2% y en el primer semestre creció en un 7.2%, que cuestionaron los economistas Ernesto Selman y Eduardo Tejera.

El pronóstico de Valdez Albizu, el aumento de las exportaciones en US$17 mil millones, el presupuesto a Educación, los soportes no canalizados a los productores del presidente Medina por el Banco Agrícola como debe estilizarse, no impactan en el costo de la vida que sube cada vez más y no se avizoran providencias para equiparar éste con el misérrimo salario mínimo de RD$8 mil, cuando la canasta básica familiar es de RD$14 mil, ni detener el empleo informal que ha crecido conforme al desorden por todas las vertientes que caracteriza el difícil, angustiante y peligroso vivir dominicano de hoy.

El Nacional

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