Página Dos

PRIMERA FILA

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Sensatez

Con el exvicepresidente Rafael Alburquerque se podrá estar de acuerdo o en desacuerdo, pero hay que reconocerle prudencia y honradez, hasta prueba en contrario, en su dilatado ejercicio político. Mientras funcionarios como el ministro de Administración Pública, Ramón Ventura Camejo, han salido a defender el cuestionado aumento de sueldos de los senadores, él ha advertido sobre las consecuencias y solicitado que sea revocado.

Lejos de justificar la decisión, todavía en el supuesto de que fuera realmente legal, Alburquerque instó a los peledeístas a mirarse en el espejo del PT de Brasil “que hoy está fuera del poder por actitudes y conductas similares a la que acaba de ocurrir en el Senado de la República”.

Tal vez por el poder con que cuentan los senadores peledeístas piensan que todo les luce, sin reparar, como dijo Alburquerque, en la indignación que provocan decisiones tan impopulares e inoportunas.

Con los múltiples privilegios de que disfrutan el aumento tiene todas las características de un abuso de poder. Lo demasiado hasta Dios lo ve.

El Nacional

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