Página Dos

PRIMERA FILA

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Rosario
Los líos de San Cristóbal, Baní y el alboroto por las agresiones de agentes policiales a un comerciante y su hijo en Hainamosa, porque supuestamente se negaban a pagar peaje, son eslabones de un largo rosario que, sin hablar de la profusión de la criminalidad y la delincuencia, constituyen una mancha para la imagen del cuerpo del orden público.

Como director de la institución, Nelson Peguero Paredes tiene que dar ejemplos ante el progresivo deterioro de la conducta de los agentes.

En Baní se dijo que un taxista y un mecánico habían caído en un intercambio de disparos, pero la versión fue rechazada por la población, que desde que ocurrió el hecho no ha cesado en reclamar justicia, alegando que las víctimas fueron ejecutadas.

En San Cristóbal, un oficial y un agente fueron acusados de sustraer una caja fuerte con más de un millón de pesos de una estación de gasolina, además del escándalo por el caso del “buzo” que dijo que policías lo golpearon y torturaron para despojarlo de 500 mil pesos de más de un millón que encontró en un basurero. Y como colofón el caso Hainamosa.

El Nacional

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