Conflicto
La protesta de comerciantes de la calle Arzobispo Meriño contra la prohibición del estacionamiento de vehículos en la vía vuelve a colocar en el ojo de la tormenta las decisiones de la Autoridad Metropolitana del Transporte (Amet).

Como si lo que primara fuera el poder, Amet se arroga la facultad, sin dar la menor explicación, de impedir el estacionamiento en esa calle, desconociendo incluso los espacios habilitados para esos fines.

Es lo mismo que ha ocurrido en las intersecciones, que agentes han intervenido a pesar de las protestas y contra todos los estudios que indican que en lugar de acelerar la medida demora la circulación de vehículos y eleva el consumo de combustibles.

Si hay alguna razón para impedir el estacionamiento en la Arzobispo Meriño lo menos que debe hacer el organismo o es compartirla con los sectores que operan en la zona, porque protestas como la del lunes suelen causar inquietud.