¿Olvido?
¿Cómo podría olvidar la sociedad dominicana el cobarde asesinato del exrector de la UASD, Mateo Aquino Febrillet? ¿Cómo se podrían olvidar los horrores causados por aquella acción incalificable, proceder que sólo está reservado a un antropoide que por sus caracteres morfológicos externos parece un ser humano? ¿Cómo se podría olvidar el dolor provocado con este crimen a la esposa de Febrillet, a sus hijos y demás familiares?
¿Cómo podría olvidar la Justicia este alevoso crimen si ha procedido como se debe, según el derecho y la razón? ¿Cómo se podría olvidar una acción tan deleznable en la que el autor demostró su perfidia atacando por la espalda? ¿Cómo se podría olvidar que en un primer momento trató de ocultar en lo más recóndito de su corazón las pruebas de aquella monstruosidad?
El pedido que hace Blas Peralta de que se le reduzca la pena de 30 años de prisión a dos por el asesinato de Mateo Aquino Febrillet es una desvergüenza del confeso asesino. Acaso no fue esta una obra de un genio maléfico escapado del averno.
