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PRIMERA FILA

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Víctimas
El caso de Yamasá es otro ejemplo de la indefensión de las mujeres. El sargento de la Armada, Fidel de Paula Amador, que el jueves mató a su expareja y a su exsuegra, además de herir a otras dos personas y suicidarse, amenazaba con frecuencia con segar la vida de su excompañera si no se reconciliaba con él.

A pesar de las amenazas de las que han dado cuenta vecinos después de la tragedia, las autoridades no encontraron la manera de brindar protección a Aurelina de León Payano, quien había procreado dos hijos con su antiguo marido.

De Paula Amador, según los testimonios, había advertido a su expareja que si en un plazo de 15 días no retornaba con él, entonces ella vería lo que le iba a pasar.

No se sabe si se querelló, pero el fatal desenlace ratifica la desprotección de las mujeres. Por su tranquilidad, sobre De Paula Amador, quien estaba asignado al Cuerpo Especializado de Seguridad del Metro de Santo Domingo, nunca se pensó que en un arrebato de celos podía cometer un crimen tan conmovedor, que tal vez pudo evitarse con una intervención a tiempo.

El Nacional

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