Página Dos

PRIMERA FILA

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Mario Serrano Marte

Mensaje

No se sabe cuántos programas sociales, que en la práctica se reducen a dádivas, operan en el sector público.

Lo que sí se sabe es que esa dispersión representa un cuantioso gasto burocrático, con su secuela de ineficacia en la batalla contra la desigualdad y la pobreza.

El sacerdote jesuita Mario Serrano, que trabaja con esos sectores, ha puesto el dedo en la llaga al señalar que las instituciones públicas carecen de una estrategia articulada para afrontar el desafío de las exclusiones y las desigualdades sociales.

El programa diseñado por la Compañía de Jesús, con el que se pretende incidir en la modificación de ciertos hábitos y tradiciones de la población, debería ser por lo menos ponderado por las entidades públicas que ejecutan programas sociales.

Con los recursos que se destinan para aliviar las angustias de los más necesitados los resultados deberían ser por lo menos más visibles.

El Nacional

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