Sincera, modesta y franca, Altagracia Paulino ha pedido el apoyo de la sociedad y de los medios de comunicación para trabajar exitosamente en la dirección de Pro Consumidor.
Respondo a su llamado, tendiéndole una mano amiga, comunicándole mí respaldo, abierto y sincero.
Los consumidores dominicanos hemos estado desprotegidos durante décadas.
No han faltado esfuerzos y buenas intenciones para orientarlos, educarlos y protegerlos. Sin embargo, es poco lo que hemos avanzado en este sentido.
La población se ha hecho, cada día más. vulnerable a la especulación, los sobreprecios, el acaparamiento, la falta de controles de calidad y toda suerte de engaños que socavan el presupuesto familiar y la calidad de vida de las dominicanas y dominicanos.
La oportuna designación de Altagracita Paulino al frente de Pro Comunidad es un acto de justicia. Más aún, un merecido reconocimiento a una comunicadora social que ha dedicado más de veinte años a la defensa de los consumidores, a través de su participación en foros públicos, escribiendo constantemente y produciendo un espacio televisivo bien acreditado y apreciado.
A mediado de la década de 1980, surgió en nuestro país un movimiento, entonces muy activo y tenaz, levantando la bandera de protección y amparo a los ciudadanos indefensos frente al acaparamiento y la especulación con los productos de mayor consumo.
Vi a Altagracia Paulino batallar al lado de Argentina Álvarez y otras figuras que ahora no recuerdo.
Más tarde, se sumó Alba de Moya con otros activos expertos.
Simpatizante de esta causa, no he estado ajeno al tema, estudiándolo, aportando ideas y acciones a los fines de que el consumidor reciba un trato justo, lejos de la expoliación y la voracidad desmedida de productores e intermediarios.
De hecho, me he ocupado, en los últimos días, de las exageradas tarifas telefónicas y la falta de control de las tarjetas de llamadas. Sólo para citar un caso.
Ahora que una luchadora constante a favor de los compradores asume el compromiso emprendido como un proyecto de nación, lo menos que podemos hacer los que creemos en esta lucha, es estar a su lado y respaldarla, entendiendo su llamado.