A pesar de las dificultades que suelen afrontar los beneficiarios, las becas de estudios para realizar especialidades en el extranjero constituyen un buen programa. Pero el plan, que coordina el Ministerio de la Juventud, ha vuelto a cuestionarse por supuestos intereses políticos.

De acuerdo con el diputado Ronald Sánchez, del Partido Revolucionario Moderno (PRM), en Hato Mayor las 30 becas que se concedieron para maestrías en el extranjero fueron otorgadas en su gran mayoría a hijos y allegados de funcionarios y legisladores oficialistas.

La relación mostrada por el legislador amerita, de ser cierta, una explicación veraz del Ministerio de la Juventud. Es bien sabido que las evaluaciones y elecciones siempre generarán frustraciones, pero no al grado de que los favorecidos con el programa tengan en común sus vínculos políticos.

Canalizar las becas es de las pocas funciones del Ministerio de la Juventud. El colmo sería que ni esa simpleza la cumpla con eficiencia.