Opinión

Proceso democrático

Proceso democrático

Hasta ahora, me parece que el presidente Medina  está actuando razonablemente  en cuanto se refiere a cumplir algunas cosas de las  cosas que prometió, consignadas en su programa de Gobierno. Eso lo ha hecho sin mucha espectacularidad, con modestia y humildad.

Como suele suceder siempre en la política, los gobernantes sensatos no deben precipitarse, sino actuar con prudencia, como lo ha hecho Medina, a pesar de tener en su entorno a algunos funcionarios que más que bien, le hacen daño. A esos funcionarios no solo hay que quitarles poder, sino pasarlos por los tamices de la Justicia, que por cierto está bastante débil.

Nunca debe coincidir con Balaguer, en que el precio de la gobernabilidad era otorgar “la ración del boa”.

El presidente Medina, quizás sin que lo hubiese pensado, hasta cierto punto está cumpliendo algunos de los puntos consignados en el Programa Mínimo de Liberación Nacional que trajeron los gloriosos expedicionarios contra Trujillo los días 14 y 20 de Junio de 1959, por Constanza, Maimón y Estero Hondo.

En ese sentido, el presidente Medina ha acogido el punto d) de dicho Programa Mínimo de Liberación Nacional, que consigna “una efectiva campaña de alfabetización y reformar integralmente la enseñanza, a fin de que la nueva escuela, desde la primaria hasta la universitaria, sea forjadora de una conciencia nacional que contribuya a darle impulso a los reclamos y derechos del pueblo”.

Pero también cumple el punto e) que se refiere a establecer “un sistema de seguridad social que ampare a la niñez, la ancianidad y el desempleo y ofrezca los servicios imprescindibles para la protección de la salud y una vivienda adecuada”.

Y  Medina, además, ha rescindido y negociado onerosos contratos con empresas extranjeras, como por ejemplo los que tenían dos que controlaban los peajes y el de la Barrick Gold, que explota una mina de oro en Cotuí. La revisión de contratos con firmas extranjeras está consignada en el Programa Mínimo de los expedicionarios de 1959.

Sin embargo, un punto importantísimo que debería completar el presidente Medina es el que se refiere a la necesidad de crear en la Constitución la figura de la Asamblea Constituyente, para que sea el pueblo, a través de ella, el que tome las decisiones de envergadura que le beneficien, sin que sean los representantes de los  partidos políticos quienes lo hagan.

El Nacional

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