La Sociedad Dominicana de Sexología proclamó su adhesión a la “La declaración de los derechos sexuales”, promovida por la Asociación Mundial para la Salud Sexual (WAS, por su nombre inglés) y adoptada por la Federación Latinoamericana de Sociedades de Sexología y Educación Sexual (FLASSES). La declaración de los sexólogos dominicanos está basada en el derecho a la educación integral de la sexualidad, décimo de la declaración universal, que reza:” Toda persona tiene derecho a una educación integral de la sexualidad que requiere ser apropiada a la edad, científicamente precisa, culturalmente competente, basada en los derechos humanos y en la igualdad de género, con un enfoque positivo de la sexualidad y el placer”.
“La educación integral de la sexualidad es una condición para lograr la salud sexual y consiguientemente el bienestar pleno de las personas”, indica la declaración.
Los especialistas, reunidos en Punta Cana, La Altagracia, a propósito del XVII Congreso Latinoamericano de Sexología y Educación Sexual , afirman que la educación integral de la sexualidad abarca esta disciplina en todos sus aspectos: biológicos, psicológicos y socioculturales.
Igualmente, apuntan que la educación en la sexualidad es un proceso que dura toda la vida y requiere ajustarse a la edad de las personas, a su nivel de desarrollo y a su comprensión, involucrando a todas las instituciones sociales.
Señala, además, que está basada en conocimientos científicos que respalda toda acción educativa y de divulgación y agrega que “Es culturalmente apropiada, con perspectiva de género y fundamentada en los Derechos Sexuales y Derechos Humanos”.
Consideraron los sexólogos que la educación en la sexualidad facilita actitudes reflexivas respecto a las experiencias e informaciones recibidas, favoreciendo la toma de decisiones responsables a nivel personal y social.
Dijeron que esta actividad promueve la participación activa de las personas y comunidades en la determinación de sus propias vidas, a la vez que rescata el valor de la diversidad: “considera y aprecia las identidades y expresiones de género, orientaciones sexuales, diversidades étnicas, sociales, económicas y de las personas con capacidades diferentes. Reconoce la diversidad de familias y de asociaciones afectivas”.
De acuerdo con el documento, la educación en la sexualidad contempla un amplio enfoque, que considera aspectos emocionales, el desarrollo pleno, el bienestar, la satisfacción, el placer y la salud de las personas.
“No se limita a la prevención de embarazos no planificados, ni infecciones de transmisión sexual, aunque los incluye y considera la importancia y el interés de estos temas en el ámbito personal y social”, agrega.
UN APUNTE
Derechos sexuales
El primero de los derechos consiste en que la educación esté sexual planificada, sea de calidad, esté fundamentada en la evidencia científica y sea evaluable, y la segunda es que esa tarea sea responsabilidad de todos los sectores, organismos internacionales, gobierno, sociedad civil y las familias.