Editorial

Profilaxis judicial

Profilaxis judicial

El Consejo del Poder Judicial (CPJ) destituyó a la jueza de un Juzgado Especial de Tránsito de La Romana por la comisión de faltas graves en el desempeño de sus funciones, al disponer la libertad de cinco venezolanos vinculados en el tráfico de 359 kilos de drogas.

Sin asumir ningún juicio de valor sobre las razones o causas que sustentaron la decisión de la magistrada Aristilda Mercedes Rodríguez, de liberar a esos extranjeros arrestados junto al decomiso de las drogas, se resalta la diligencia o voluntad del CPJ de verificar sentencias que se consideran cuestionables.

El órgano rector del Poder Judicial también sancionó con una suspensión de 30 días sin disfrute de sueldo al magistrado Ramón Francisco Ureña Angeles, juez de la Tercera Cámara Civil y Comercial de Santiago, también por cometer supuestas faltas en el desempeño de sus funciones.

Otros jueces han sido sometidos por ante la jurisdicción penal por incurrir en prevaricación que consistiría en el cobro de dinero a cambio de sentencias benignas o venales, clara señal de que el servicio judicial estaría en procura de sanearse.

La mayoría de los jueces que conforman la judicatura nacional están reputados como profesionales competentes, con recia vocación de servicio y muy apegados a la ética, pero, como en todas las canastas, prevalece el riesgo de que se encuentre más de una manzana podrida.

Aunque la sanción contra la magistrada Rodríguez se produjo con el voto disidente de dos de los miembros del CPJ, se presume que durante ese juicio se presentaron pruebas o evidencias que justificarían su destitución, aunque esa jueza puede recurrir esa sentencia en los medios legales que estén a su alcance.

A lo que la sociedad aspira es a un Poder Judicial transparente, confiable, que administre justicia apegado a la Constitución, códigos, leyes, doctrina y jurisprudencia, sin ofrecer el menor espacio a la prevaricación o venalidad.

Es por eso que se exhorta al Consejo del Poder Judicial a profundizar la labor de profilaxis de la judicatura, sin prejuicios ni privilegios, en el entendido de que la democracia se sustenta en una sana, eficiente e inclusiva administración de justicia.

El Nacional

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