Reportajes

Protocolos y procedimientos están  ausentes en  detenciones y allanamientos

Protocolos y procedimientos están  ausentes en  detenciones y allanamientos

Durante la semana pasada ocupó el protagonismo noticioso de los diarios impresos, de los portales por la Internet y los programas radiales y televisivos dedicados a comentar noticias, la información de que Omar Álvarez, fiscal adjunto de la provincia Santo Domingo, fue asesinado de más de diez disparos por un hombre a quien el magistrado fue a apresar por tener cientos de querellas en su contra.

Dos cosas llamaron la atención en este hecho. Primero, ¿cómo es posible que a un magistrado o a cualquier persona se le pueda disparar  más de diez veces  sin una reacción de los policías que acompañaron  el allanamiento? ¿Y que pasó con los intercambios de disparos?, algo en que la Policía es muy buena.

Pero quizás el otro aspecto que llamó más la atención fue la falta de procedimientos o la ausencia total de los protocolos policiales a la hora de  irrumpir en una morada. La lógica nos dice que cuando se realiza este tipo de acción, después de tener a la persona esposada, lo que sigue es la revisión total del inmueble, en busca de armas, dinero o cualquier objeto o cosa que parezca sospechosa o que pueda ser usada como evidencia.

Si el detenido pide ir al baño o  buscar insulina por ser diabético, un policía debe entrar y revisar el baño y verificar que no haya nada peligroso que pueda el usar para hacer o hacerse daño, y que no haya ventana o puerta por la que pueda escapar. Las esposas se le quitaran en la entrada del baño, donde esperaba para ponérsela a su salida.

En el caso de la insulina. ¿Por qué no podía esperar? o ¿Por qué no se envió a un policía a buscarla y que se la aplicara ahí? La información de la muerte de este magistrado hizo reaccionar al procurador Francisco Domínguez Brito, quien dijo: “Hay que revisar los protocolos; a veces la gente cree que se le irrespeta cuando está esposada, pero lamentablemente tendrán que pagar unos por otros, porque hay un protocolo, lo entiendan o no los ciudadanos, tenemos que cumplir ese protocolo”

Pero quizás lo que no sabe el procurador es que no es cuestión de revisar los protocolos, sino más bien de investigar si los policías y fiscales tienen conocimientos de estos, y de su aplicación.

 Los fiscales deberían ser los jefes de la investigación, sin embargo no es así. Además ¿por qué no usan chalecos antibalas en los allanamientos?

El problema de los procedimientos que deben usarse para tal o cual situación, ya sea en el ámbito policial en chequeo de vehículos, detención de sospechosos o manejo de escenas  del crimen es que no se aplican.

Hemos visto en horas de la noche en lugares oscuros como policías, apenas con linternas detienen vehículos para requisarlo. El protocolo que siguen es dos preguntas, ¿Es usted militar?, la primera. De ser no, la segunda es ¿Tiene usted arma de fuego? Y ya sabemos en qué termina esto.

El procedimiento debería ser: organizar un retén en un lugar estratégico e iluminado. Se colocan conos lumínicos con policías identificados con chalecos antibalas  también lumínicos y con unidades motorizadas de apoyo. Se detienen solo los vehículos con perfil sospechoso o se detienen de manera aleatoria. Se le explica al conductor el motivo de su detención y de tener todo en orden, se deja ir.

En el manejo de la escena del crimen los protocolos se cumplen a media. Ya que la integridad de esta escena es violada por la gran cantidad de policías y militares que pueden estar en ella, de seguro contaminándola. La recolección de evidencias y su cadena de custodia muchas veces se rompe, por la falta de procedimientos en su levantamiento y etiquetación.

Un operativo de la Dirección Nacional de Control de Drogas la semana pasada dejó en tela de juicios algunos de sus procedimientos.

 Desde temprana horas de la mañana varias unidades con más de una centena de hombres armados y apoyados por un helicóptero paralizaron por completo el sector de Capotillo.

Hombres y mujeres de trabajo y niños que debieron ir a las escuelas quedaron atrapados en sus casas, porque los procedimientos usados no permitieron su salida. Sin embargo el operativo fue todo un fracaso, por los resultados obtenidos.

Según los moradores se sabía de esta intervención militar desde hacia más de cinco días. ¿Y qué pasó con los servicios de inteligencia de la DNCD?, pero lo que es más preocupante, es cómo se filtró esta información.

La falta de protocolo o procedimientos está ausente de nuestros estamentos militares e investigativos, no sabemos si por desconocimientos o por falta de aplicación.

Policías disparan contra manifestante en la UASD

En esta semana un enfrentamiento en la UASD entre manifestantes y la Policía dejo como resultado un joven estudiante de medicina, Willian Florián Ramírez, muerto tras ser tiroteado por un policía en la calle José Contreras con Alma Mater. No era para menos ya que las fílmicas y fotografías tomadas por los medios, muestran intensos tiroteos de policías que disparan sin ningún reparo.

UN APUNTE

Intercambios de disparos

La cantidad de muertes que reportan los medios producto de los intercambios de disparos entre policías y supuestos delincuentes, dan a entender que los procedimientos usados en persecuciones y detenciones no están dando resultados.

El Nacional

La Voz de Todos