El problema de La Barquita no es solamente habitacional sino de transformación social, ha sido el discurso de las organizaciones comunitarias del empobrecido sector, y que ahora asume el Gobierno. Mañana jueves será un día decisivo, cuando la Comisión gubernamental decida anuncie el proyecto que se desarrollará en el lugar a fin de sacar de la marginalidad habitacional a más de 1,800 familias. Los diseños preseleccionados corresponden a las empresas Incorseca, Concremat y Sánchez Curiel.
Todos los diseños presentados y a sugerencia de los técnicos del Gobierno, contemplan proyectos en zonas cercanas a La Barquita, a fin de que los beneficiados no se sientan abandonado o botados.
La Comisión oficial que estudia los proyectos aseguró que los residentes de allí han manifestado su conformidad con la reubicación y contraído el compromiso de cumplir con el pago de los servicios básicos como electricidad, agua potable, teléfono, entre otros.
La motivación
Dado el carácter estratégico del emplazamiento y entorno de la futura propuesta, se plantea como premisa la necesidad de crear una red urbana integrada que tome en cuenta los distintos componentes de la realidad física del Gran Santo Domingo, componentes que consideramos estructurales para la generación de acuerdos sobre el futuro de nuestro territorio a la escala de la ordenación territorial.
Los objetivos de licitación pública que se hizo responden a un impulso decisivo de planificación y gestión territorial que aseguren la sostenibilidad ambiental, la eficiencia funcional y la cohesión social.
Estos criterios han estado presentes en el espíritu de convenios y anteproyectos en curso impulsados desde el Ministerio de Medioambiente, conjuntamente con la Dirección General de Ordenamiento Territorial (DGOT) del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo, los municipios y otras entidades.
El proyecto para el nuevo asentamiento modelo del sector La Barquita, no puede entenderse como un proyecto de creación de suelo habitacional aislado o de simple relocalización de ciudadanos por parte de la gestión pública, sino que forma parte comprehensiva de un eje de sostenibilidad del manejo del río Ozama que enlazará espacios de oportunidad en varios municipios del Gran Santo Domingo.
La propuesta elegida para el desarrollo del proyecto deberá contemplar tres componentes ambientales básicos:
1. La intervención adecuada para cambio de tipología del Parque Mirador Manantiales Cachón de la Rubia a un parque de ecología urbana.
2. Incorporación de los terrenos actualmente ocupados por La Barquita al Parque Mirador Manantiales Cachón de la Rubia y al sistema de espacios libres del cinturón verde de Santo Domingo, bajo el esquema de rescate ecológico.
3. Readecuación de las cañadas contaminadas que atraviesan el sector a intervenir. Esta visión integral vivienda-ciudad-medio ambiente, enfatiza, en una misma actuación, la potencialización del sector en los tres pilares de la sostenibilidad.
En lo social en cuanto a la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos que hacen uso de los nuevos servicios ambientales que ofrecerá el parque, que en la condición actual sobrepasa la cifra de 350,000 visitas por año.
Límites
También está en la oportunidad que presenta este proceso como dinamizador de la cohesión social, en la posibilidad de mejorar la educación ciudadana en valores cívicos, y en su importancia en la promoción de equidad social.
Lo económico se verá reflejado en la generación de plusvalías para las edificaciones aledañas al parque, en el mantenimiento de los negocios y espacios públicos que a su vez enriquecen el municipio desde la escala local, así como también el ahorro en los costos económicos de la pérdida de viviendas ubicadas en la zona de riesgo cuando éstas se inundan.
En cuanto a lo ambiental, un dato igualmente interesante es saber que esta propuesta no sólo colabora en la preservación del hábitat, la flora y la fauna local, ó en la transformación de los desequilibrios ecológicos existentes por causas humanas, ó en la generación de nuevos servicios ambientales a escala supra metropolitana mediante la tipología de Parque Ecológico Urbano sino que también plantea adicionar suelo de uso público.
Antecedentes
El actual Parque Mirador Manantiales Cachón de la Rubia fue creado mediante el decreto 207-02, inscrito al margen del ámbito territorial de los denominados Humedales del Ozama establecidos al amparo de la Ley 183-93 para la creación del Cinturón Verde de Santo Domingo, pero protegido por la Ley General de Medio Ambiente y Recursos Naturales 64-00.
En el 2008, se firmó un convenio interinstitucional entre la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, el CI Atabey, la Federación Dominicana de Municipios (FEDOMU) y El Jardín Botánico de Santo Domingo. Este convenio de Parques Ecológicos Urbanos en la República Dominicana, nace de tendencias emergentes de planificación urbana, que instan a replantear la función de los espacios públicos verdes a gran escala dentro del tejido urbano y al mismo tiempo que invita a reflexionar sobre el crecimiento de nuestras ciudades con una visión de futuro.
Tipología
¿Qué elementos definen un Parque Ecológico Urbano?
1. Sus dimensiones (normalmente mayor a 10 H.A.) y relevancia como punto estratégico para el crecimiento urbano/metropolitano.
2. Utilización de plantas nativas y/o endémicas.
3. Recuperación y saneamiento de cañadas u otros elementos naturales.
4. La integración de tecnologías e infraestructuras adecuadas para el reciclaje de desperdicios y la reutilización de aguas pluviales.
5. Se mantienen en colaboración con las directivas comunitarias del contexto donde se localizan.
6. Se conserva y se promueve el hábitat natural de las especies pertenecientes a la biodiversidad del lugar región.
7. Se promueven actividades educativas.
8. Se incluyen actividades recreativas relacionadas con la naturaleza.
