Opinión

PUNTOS… Y PICAS

PUNTOS… Y PICAS

 El presidente de la República, con la posposición para 2014 de la aplicación del incremento al impuesto por circulación de vehículos (ICV), ha tomado otra decisión acertada, reacciona positivamente ante el rechazo generalizado al alza y evita estropear su todavía luna de miel con la población.

Danilo Medina actuó con prudencia y sabiduría política porque el descomunal incremento en el cobro por marbete o renovación de placa se pudo constituir en espoleta de estallidos populares y gota que reboza la copa de tolerancia popular frente a constreñimientos económicos en su gobierno.

Los sucesos del vecindario regional, con el sintomático caso de Brasil derivado del alza, revocada, de apenas 10 centavos de dólar a pasajes del transporte público, pudieron servir de espejo de reacciones cada vez más frecuentes de la clase media ante decisiones gubernamentales impopulares.

El anuncio del monto de recaudación esperada, $3,200 millones, fue una bofetada al contribuyente, que Impuestos Internos pretendió morigerar con “concesiones” de pago escalonado y aplazamiento del cobro para último trimestre, de manera que no coincidiera con gastos de inicio  año escolar.

Por igual, tuvieron poco efecto positivo explicaciones de segmentación de propietarios del parque vehicular para pretender justificar que 86% pagaría un máximo de $5 mil de ICV, sin decir que es más del doble de los mil 200 de los que menos pagaron la última renovación.

No debe olvidarse que fue una posposición para 2014 y que, como explicó el presidente Medina, el incremento es parte de la reforma fiscal de 2012 de manera que en cinco meses estará de nuevo en agenda y, según el clima sociopolítico, tratarán de aplicarlo otra vez o revocarlo definitivamente.

Con ingresos extras por Barrick Gold, ahorros internos, otras captaciones gubernamentales y con esperado combate efectivo a corrupción gubernamental, quizás sea innecesario incrementar el ICV. A esperar.

El Nacional

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