Nadie se asombra… ¡ojo!
La capacidad de asombro del dominicano hace tiempo se agotó y la frecuencia escandalosa de casos inauditos, sorprendentes y “de películas”, provoca que la conciencia nacional se recubra de escamosa protección que la insensibiliza y deja en inercia.
La prensa es escaparate de hechos en loca caravana interminable de superposiciones, un escándalo suplanta al otro que queda en olvido pero surge reemplazo también asombroso que supera al anterior y así progresivamente sin vislumbrarse cambios o soluciones.
En las últimas semanas pueden mencionarse casos como denunciada corrupción en compra de aviones Tucano en que fue involucrado un senador innombrado y ni hablar del curso judicial de acciones contra anterior ministro de Obras Públicas. Todo queda en veremos.
En el Senado el interés de poder político y riqueza entre legisladores del mismo partido los lleva a enfrentarse y un sector enfila cañones contra el procurador general de la República por iniciar proceso judicial por corrupción, narcotráfico y lavado de activos contra colega de San Juan.
Como si se tratase de rodaje cinematográfico, comando armado intenta asaltar la prisión Najayo-Hombres para “rescatar” a condenados por asesinato y como resultado mueren cuatro privados de libertad y dos custodios del centro de corrección y rehabilitación. Casi al mismo tiempo de este intento delictivo, recluso de La Victoria es asesinado por otro y, ¡no se asombre!, utiliza arma de fuego que confiesa compró en penal. Hasta ahora no hay consecuencias ni siquiera anuncio de sometimiento judicial en ningún caso.
Y para culminar, joven sabotea con bomba casera que origina incendio un vagón en línea dos del tren subterráneo de Santo Domingo, con balance inicial de 35 lesionados, 19 quemados. Todo sin sanción, hasta ahora.
Nadie se asombra y la autoridad parece estar de vacaciones o estimulando camino peligroso hacia anarquía, caos y quién sabe qué. ¡Ojo!
