Educación al votante

Por el debate sobre la forma del escrutinio de votos como expresión de voluntad ciudadana el próximo día 15 ha sido descuidado un aspecto clave que tiene que ver con el protagonista de esa cita democrática que es el elector.

Es la educación al votante, necesarias instrucciones de cómo ejercer el derecho al sufragio en votaciones generales en que coinciden tres niveles de elección para poderes Ejecutivo, Legislativo y Municipal, incluyendo representantes al Parlamento Centroamericano (Parlacen).

En el proceso en que se elegirán por voto universal a cuatro mil 109 cargos, el ciudadano manejará tres grandes boletas con modalidades distintas de elección en cada nivel, incluyendo voto preferencial y de arrastre.

El nivel A, para presidente y vicepresidente de la República, es el más fácil y menos traumático porque es voto directo por un candidato cuya foto está en la o las casillas de las organizaciones que lo postulan, sean individuales o de alianzas electorales.

En el nivel B, que ahora es para municipios, implica arrastre porque la boleta deberá ser marcada en recuadro del alcalde cuya foto se incluye y al mismo tiempo se favorece a todos los regidores que en lista cerrada han sido inscritos por el mismo partido del candidato que recibe el voto.

En el nivel C, para el Congreso Nacional, tiene la foto del candidato al Senado y también la de todos los diputados de la circunscripción correspondiente, en sistema plurinominal para ejercer voto preferencial y marcar un diputado, solo uno, que arrastrará al senador.

En caso de más de una marca, por candidatos de partidos contrarios o por dos diputados, el voto se anula y puede temerse que sin adecuada educación al elector haya muchos nulos, dada la complejidad explicada. Es urgente, en consecuencia, instruir al votante ya para que no bote su voto.