Opinión

PUNTOS… Y PICAS

PUNTOS… Y PICAS

Carlos Manuel Estrella

Protesta esperanzadora

La marcha del domingo 22 contra la corrupción y la impunidad, motivada en el escándalo internacional de Odebrecht en que el país ocupa lugar protagónico con el tercer mayor monto millonario de soborno, es signo esperanzador del despertar del pueblo indignado.

Un movimiento surgido del sentir popular, apoyado por sociedad civil, no contaminado con color ni interés de partido nace ante los extremos intolerables del dispendio de dinero público e impunidad protectora.

El soborno admitido a la justicia estadounidense por la constructora brasileña implica a funcionarios dominicanos que recibieron de intermediario más de 92 millones de dólares entre 2001 y 2014.

Diferente a otros países donde Odebrecht realizó similares prácticas que internacionalizó como esquema para lograr contratos de obras públicas, el Ministerio Público no ha actuado como demandan circunstancias y espera ciudadanía.

No procura pruebas, no allana, ni confisca piezas comprometedoras ni paraliza actividades de empresa carioca, mucho menos de socios locales que debieron ser requeridos, así es iluso pensar que formulará acusación o llegará al fondo del caso.

La Procuraduría General ha sido anulada de facto por el Poder Ejecutivo, del que depende, al nombrarle con visos de inconstitucionalidad una “comisión investigadora” que suplanta sus funciones y cuyo informe final no será vinculante.

Las acciones del procurador general, distinto a sus pares en otros países con escándalo de Odebrecht, junto a comisión impostora son mecanismos para el gobierno tratar de eludir el bulto, diluir responsabilidades, entretener el vox populi y manipular la “opinión publicada”.

Por eso, es esperanzadora y cobra fuerza creciente como bola de nieve la participación masiva del pueblo en la marcha del domingo 22, para llamar la atención y demandar el “basta ya” de la corrupción y la impunidad que han degradado la moral y dignidad de los dominicanos.

El Nacional

La Voz de Todos