Opinión

PUNTOS… Y PICAS

PUNTOS… Y PICAS

Carlos Manuel Estrella

Coyuntura para Medina

 

Apenas seis meses del nuevo ejercicio gubernamental del presidente Danilo Medina luego de abrumadora victoria con más del 62 por ciento de votos según la Junta Central Electoral, el mandatario está en su peor momento de simpatía.

En ausencia de oposición firme, sin liderazgo refrendado, extraña que la administración de Medina esté bajo cuestionamiento y en actitud defensiva por circunstancias externas fuera del control mediático que le llevó a posicionarse privilegiadamente entre sus pares.

No es otra cosa que el escándalo de corrupción internacional destapado por Estados Unidos en doce países con protagonismo de la empresa brasileña Odebrecht que admitió a la justicia estadounidense el reparto a personeros gubernamentales de sobornos para contratar obras públicas.

Este asunto es bola de nieve en movimiento en contra de la actual gestión, se agregan sucesos y casos internos que ratifican el auge de la corrupción gubernamental estimulada por la impunidad que le sirve de manto con complicidad oficial por comisión u omisión.

El caso de los admitidos 92 millones de dólares como soborno de Odebrecht en el país y su punto culminante con el contrato de Punta Catalina, suscrito bajo la presidencia de Medina, han sido la gota que desbordó la paciencia de sectores que antes no protestaban públicamente.

La clase media se ha tirado a las calles. El denominado Movimiento Verde tiene en actitud defensiva al gobierno que no encuentra forma de contrarrestarlo ni siquiera con mercenarios de la comunicación tipificados con la nueva acepción de “bocinas” mediáticas.

El esperado 27 de febrero, que por mandato constitucional obliga al ejecutivo a rendir cuentas del último año de gestión ante el Congreso, coloca al presidente Medina en la oportunidad histórica de reencontrarse con su anterior aceptación popular o proseguir en peligrosa pendiente de descrédito.

El Nacional

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