Opinión

PUNTOS… Y PICAS

PUNTOS… Y PICAS

Juicio al sistema

El caso Odebrecht, escándalo internacional de sobornos para obtener contratos de obras públicas, es un juicio al sistema de gobiernos y partidos que en lo concerniente al país marca frontera por los imputados y efectos políticos e institucionales inmediatos y futuros.

Dos factores coincidentes fuerzan circunstancias para empujar al ministerio público a encausar a seleccionados procesados como beneficiarios de 92 millones de dólares repartidos entre 2001 y 2014 por la constructora brasileña, sin tocar todavía la sobrevaluación de obras.

La imposición externa es vía autoridades judiciales de Estados Unidos, donde Odebrecht admitió su ilícito para negociar menor condena, y la presión ciudadana interna es con el Movimiento Verde que mantiene reclamo permanente contra la corrupción y fin de la impunidad.

La obtención por la Procuraduría General de órdenes de arresto contra los imputados, incluido tres legisladores y un ministro, no tiene precedente y es un paso de avance inicial, pendiente de que al final se logren condenas judiciales a los hallados culpables.

En la fase de fondo de este proceso ha de esperarse que sean llamados como intervinientes forzosos los excluidos por la Procuraduría General vinculados a adjudicación y ejecución del contrato de Punta Catalina que toca directamente la gestión del presidente Danilo Medina.

En el ideal democrático debe ser proceso judicial con respeto al debido proceso, pero en la realidad no se sustrae de contaminación política ni del control partidista de estructuras de poderes públicos en la “Era del PLD”, lo que no vislumbra se logren deseadas sanciones condignas y ejemplares.

La suerte está echada, el caso Odebrecht marca un antes y un después, abre la compuerta a otros procesos contra la corrupción que deberán iniciarse y como juicio al sistema, permeado por la impunidad desde el poder, la presión ciudadana y la injerencia externa obligarán a producir condenas.

El Nacional

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