La maldita “reelección”

En una falta de escrúpulos y burla sin precedentes al ciudadano sensato, representantes legislativos del partido en el poder han destapado otra vez el tema de la repostulación del presidente de la República, la mal llamada reelección, cuando la actual gestión ni siquiera llega al primer año.

Este insólito propósito de continuismo y afán de perpetuidad personal en la función pública se produce desde el Congreso Nacional vía senadores que saben el actual texto constitucional, que ellos mismos reformaron a la carrera en 2015, prohíbe la repostulación del presidente Danilo Medina.

En medio de cuestionamientos frontales a la moralidad del gobierno por sucesos escandalosos en el primer cuatrienio de Medina, coronados por el caso Odebrecht, es un irrespeto a la necesaria tranquilidad pública que senadores de conocida reputación pongan ese tema en agenda mediática.

Estos desatinos estimulan al crecimiento de la Marcha Verde, el movimiento de indignados ciudadanos que empoderados de su poder político reclaman el combate efectivo a la corrupción gubernamental y el cese de la impunidad que la protege.

Para contrarrestar el deseo sectario de promoción “reeleccionista” basta con señalar el impedimento constitucional y recordar que están pendientes de solución judicial actos de corrupción en venta de terrenos del CEA, del sector Los Tres Brazos y muchos otros como el de la OISOE.

Los legisladores “reeleccionistas” deberían someterse a su propia legalidad, respetar la Constitución y no alborotar avispas en momentos que el presidente Medina no las tiene todas consigo, sobre todo porque se fortalece indignación popular ante despilfarros y apropiación de recursos públicos.

En historia republicana de 173 años la repostulación y prolongación del mandato presidencial han estado siempre presentes y son motivo principal de reformas constitucionales.