Opinión

Pura manipulación

Pura manipulación

Uno de los fracasos de nuestra democracia ha sido la manipulación de procesos impulsados para simular que, a través de ellos, se pretende combatir la corrupción. En esa materia, o no se ha hecho nada, o cuando parece que se hace, las cosas no pasan de ser burda pantomima.

El resultado de esa farsa ha sido la prevalencia de una descarada impunidad, fenómeno cuyas consecuencias nefastas no han sido valoradas por la ciudadanía. No termina de comprender que, de invertirse en obras de desarrollo social la cantidad de recursos escapada por el despeñadero de la corrupción, otra fuera la realidad del país. Esa incomprensión explica su falta de reacción ante casos que, por su magnitud, debieran ser suficientes para generar repudio generalizado contra responsables de tan fabuloso latrocinio público y privado.

Ante el más reciente escarceo, el que vincula al senador Félix Bautista, se ha repetido la historia. Un caso de incuestionable vinculación política ha sido insertado como arma de combate en la lucha feroz por el poder que se ha venido librando a lo interno del PLD.

Cuando el Presidente de la república decidió optar por una nueva repostulación, por encima de la prohibición de la Constitución con la cual él fue electo, estaba consciente de que su principal obstáculo para alcanzar ese propósito era el pasado presidente Leonel Fernandez quien, como se sabe, pretendía retornar al poder en el 2016.

Para disminuir posibilidades del adversario e incrementar propias, delineó plan que incluía resaltar aspectos neurálgicos del pasado. Nada mejor que ventilar casos de corrupción que implicaban personas tan cercanas como quien Leonel definió como hijo.

¿Acaso alguien imaginaba que acción judicial tan magna la ejercería un subalterno del Presidente sin su autorización?
El mandatario sabía que era decisión sin riesgo de pérdidas sin importar resultados. Pero una cosa era su objetivo antes de modificación constitucional. Otro después. Consagrada candidatura, no es hora de agravios, ni golpes contundentes. Momento de unidad aun fingida; de aglutinar, para hacer avanzar proyecto personal.

¿Alguien ha visualizado consecuencias para el PLD de sentencia adversa al secretario de organización, hombre de confianza de su presidente? Aniquilaría reelección. Necesario evitar ruido inoportuno. Bastan los que cursan.

Previsible ratificación de la vicepresidente para despejar camino peledeísta rumbo al próximo certamen. Tales artimañas tienen dos nombres: Ambición de poder en máxima expresión y ausencia de voluntad para sanear el gobierno de la nación. ¿Actúan así los estadistas?

El Nacional

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