Opinión

¿Quién dijo miedo?

¿Quién dijo miedo?

El miedo es una de las principales pasiones del ser humano y, por ende, una de las más interesantes desde todos los puntos de vista que se ocupan del estudio de la condición humana.
Lo primero y más evidente es que, desde el punto de vista puramente biológico, el miedo es una emoción sin la cual no podríamos llevar adelante la vida.
El miedo, está presente en todas las especies vivas, tiene un valor adaptativo insustituible como mecanismo preventivo contra los peligros que amenazan su supervivencia.
No solamente nos proporciona una información indispensable para advertirnos de la presencia de estímulos amenazantes, sino que además nos prepara para ofrecer respuestas eficaces a través de diversas estrategias de evitación.
El miedo ha sido considerado como un hipotético estado del cerebro que surge en determinadas condiciones y se manifiesta por ciertas formas de comportamiento.
El éxito fácil y sin esfuerzo, también puede conducir al miedo
Mientras para otros, es una emoción que reconocemos a través de una serie de cambios fisiológicos relacionados con el sistema nervioso autónomo y el endocrino, su sentido básico es el de protección ante estímulos peligrosos, pero el ser humano, por su forma de vida, saca de contexto el carácter innato del miedo y lo versiona en estados similares sin esa función protectora.
Generalmente las personas tímidas sienten miedo antes del peligro; los cobardes, durante el mismo; pero los valientes lo sienten después que pasa la amenaza.
Para algunos especialistas en la materia, el miedo o temor es una emoción caracterizada por un intenso sentimiento habitualmente desagradable ante algo que nos asusta o creemos que nos puede hacer daño. Es provocado por la percepción de un peligro, real o supuesto…
Con el matiz de que el éxito fácil y sin esfuerzo, puede llevar también al miedo y este al fracaso ante la menor dificultad. De modo, señor ministro, que todos en algún momento de nuestra vida hemos sentido miedo.  Sólo que algunos ejecutivos de medios de comunicación preferimos no hacernos acompañar de un gato negro sino de una pluma azul.