Opinión

¿Quién lo eligió?

¿Quién lo eligió?

No me opongo a que Miguel Vargas sea presidente del PRD.  A lo que me opongo es a su designación y proclamación, ignorando el derecho de los demás miembros del PRD a ser proclamados de igual modo. ¿Por qué Miguel? ¿Dónde están los derechos de César Sánchez, Guido Gómez Mazara, Jesús Vásquez, Juan Pérez, José Rodríguez, Arturo Martínez Moya, Jaime Aristy Escuder, entre muchos otros que no fueron proclamados? ¿Quién hizo una ley  para que Miguel Vargas sea designado presidente del PRD?

El acto de entrega de pergamino a Miguel Vargas como presidente del PRD es totalmente ilegal.

Cualquier recurso ante la Junta  Electoral tiene que ser acogido, pues se han violado los estatutos del partido, la Ley Electoral y la Constitución. Los planes de modificar los estatutos, para hacerle un traje a la medida a Miguel Vargas, también entran en contradicción con las disposiciones legales.

 Todas las medidas que adopte el  “presidente” del PRD  son ilegales. Lo ilegal lo corrompe todo, dice un principio jurídico.

Amparado en una fuerza orgánica que no ha demostrado, Miguel Vargas ha tomado al PRD desprevenido. Las consecuencias prometen ser devastadoras. Colocándose por encima de los organismos de dirección del partido,  hizo un “acuerdo de aposento” con el presidente Leonel Fernández por lo cual debió ser sancionado. Incluso pudo ser expulsado. Después hizo otros acuerdos  y  ha designado candidatos, sin tener autoridad legal para ello.. Los “Miguelazos” están a la orden del día. Ya no hay dirigentes ni militantes en el PRD, ahora hay empleados. ¡Ni Peña Gómez hizo lo que  hace Vargas Maldonado!  Actuando como lo está haciendo Miguel, el PRD  se debilita. Si las bases no reaccionan, si el viejo liderazgo no se levanta de su mecedora o de su hamaca para reclamar respeto por los principios y los valores, no habrá futuro halagador.

Leonel Fernández sabe por qué escogió a Miguel Vargas para firmar el pacto de los caudillos que algunos irónicamente llaman “el pacto de los contratistas”. El PRD va por el camino del Partido Reformista. Es decir, por el camino de la muerte.

Querer monopolizar toda la estructura del partido, expulsar o aislar a las fuerzas que les son adversas al nuevo “presidente” es una locura que solo conduce a la división o la destrucción del PRD. (No dudo que esos sean los planes de algunos advenedizos).

El Nacional

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