Opinión

QUINTAESENCIA

QUINTAESENCIA

Las recientes declaraciones de la doctora Licelot Marte, presidenta de la Cámara de Cuentas, en las cuales afirmó que se puede crear otra República con las distracciones de recursos públicos, debió convertirse en un terremoto de una magnitud de 9.5 grados para el ámbito social, económico y político nacional. Sobre todo porque ella es la más autorizada para hablar de las malversaciones administrativas. Dirige el organismo oficial que audita a todas las instituciones del Estado. Y tiene en sus archivos los resultados de las auditorías realizadas hasta el momento. ¿Qué está pasando? ¿Estamos curados de espanto? Vivimos como “Isabel viendo llover en Macondo”, del inmortal Gabriel García Márquez.

 Esas declaraciones de la doctora Licelot Marte recorrieron las redes sociales como un río de lava. Los que usamos esos novedosos medios de comunicación, con un mínimo de capacidad de asombro, sentíamos que las rocas derretidas y ardientes penetraban por nuestros ojos y corrían por las arterias como un infierno moderno.

 Y no era para menos, si se posee conciencia del valor y trascendencia que tienen los medios de comunicación en la era de la información y la sociedad del conocimiento. Más en un Estado Social y Democrático de Derecho, como proclama nuestra Constitución, en su artículo 7.

 Más en un país en que el fortalecimiento de las instituciones es la garantía de la vigencia de la democracia representativa, como fisonomía política del sistema capitalista existente. Es cierto que es una versión deformada, atrasada y dependiente, pero es la que tenemos. Por tanto, debemos avanzar en ella, y elevarla a niveles que permitan la convivencia social civilizada. No hay en la coyuntura histórica actual otra posibilidad real de organización socio-política y jurídica a la vista. Las utopías y las quimeras de hoy pueden ser la realidad de mañana solo cuando las condiciones objetivas y subjetivas lo permiten.

 Nadie medianamente informado ignora que la doctora Licelot Marte es una dirigente del Partido Reformista Social Cristiano, aliado al gobernante Partido de la Liberación Dominicana. Está libre de ser calificada como parte de la oposición o que fragua una conspiración.

 Pero sus declaraciones son tan ácidas y desconcertantes para una funcionaria de este Gobierno que obligan a reflexionar como ciudadano sobre ellas.

 El presidente de la República, licenciado Danilo Medina, tiene que estar muy preocupado. En un país desarrollado, con instituciones fuertes, no suceden esas cosas o las reacciones no se hacen esperar.

 Nuestro Producto Interno Bruto (PIB) es de 55 mil millones de dólares y se supone, conforme a las declaraciones, que esa suma se la llevan entre las uñas anualmente los funcionarios públicos. Entonces, y hasta prueba en contrario, es una mega corrupción la que tenemos. Confío en que el presidente Medina sabrá enfrentar a esa hidra de siete cabezas.

El Nacional

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