Opinión

QUINTAESENCIA

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Rafael Ciprián

 

Elecciones entre abogados

 

Los profesionales del Derecho de nuestro país celebrarán el próximo sábado 5 de diciembre, de ocho a cinco de la tarde, las elecciones para elegir a las nuevas autoridades del Colegio de Abogados de la República Dominicana (CARD). Se escogerán los hombres y mujeres de la toga y el birrete que integrarán la Junta Directiva Nacional y los de las 35 seccionales que funcionan en todo el territorio nacional. Ellos ejercerán sus funciones para el período 2016-2017. Pero acechan graves peligros en este proceso.

La Comisión Electoral, que tiene la misión de organizar en todo el país el proceso electoral del CARD, y que me ha tocado el honor de presidir, y las subcomisiones, están realizando un ingente trabajo para que los abogados elijan bien, libremente a sus nuevos dirigentes.

Tenemos la intención de conformar la mayoría de las mesas electorales con jueces del Poder Judicial, presidiéndolas. Queremos alcanzar el más alto grado de credibilidad en las decisiones, con el respeto al debido proceso, a la necesaria tutela administrativa y al irrenunciable derecho de defensa. Pretendemos que estas elecciones del CARD, y sus resultados, no sean solo legales, sino legítimas. Y para lograrlo hemos aplicado los principios de total transparencia, objetividad, imparcialidad e independencia. Además, usamos los criterios de alta gerencia, que nos proporcionen la eficiencia y la eficacia esperadas.
Veamos tres de los muchos riesgos que corremos:
Primero, estos comicios del CARD forman parte de la vorágine que crean las elecciones nacionales de los partidos políticos. La campaña de los candidatos políticos influirá decisivamente en los resultados que obtendremos en el CARD. Es inevitable. Cada partido o fuerza política desea tener al presidente del CARD como su defensor jurídico-político, como una bocina. Ha sido una constante. El Colegio es un frente de masa, representa una tribuna nada despreciable. La inocultable contaminación político-partidaria en el CARD es un hecho.

Segundo, la apatía de los abogados frente a su gremio es alarmante. No se sienten representados. No hay entusiasmo. Creen que el CARD hace muy poco o nada por ellos. Lo ven como un nicho de arribistas, oportunistas y trepadores sociales. La abstención, las críticas sin aportes, irresponsables, y el desprecio es el resultado de ese sentir. Es lamentable. Así no habrá mejoría. Se necesita la militancia de los mejores en el CARD.

Y, tercero, el tiempo otorgado a la Comisión Electoral para organizar el proceso y los recursos disponibles son insuficientes. Actos vandálicos incluidos. Pero estamos librando sin tregua la pelea para el bien del CARD.
Los abogados deben saber que lo que ha ocurrido, o pasa, o sucederá en el CARD es responsabilidad de todos, por acción o por omisión.
Se impone ya que los abogados jueguen el rol de militantes en su Colegio, sin debilidades.
¡Abogados, a votar por los mejores en el CARD!

El Nacional

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