Opinión

QUINTAESENCIA

QUINTAESENCIA

¿Error de PHU?.-

La vida de Pedro Henríquez Ureña (PHU) está llena de gloria intelectual. Su madre lo predijo poéticamente. Y esa condición se manifiesta tanto en nuestro país como en todas las naciones del mundo hispanoamericano. Alcanza a los Estados Unidos de América, donde vivió, estudió e impartió docencia universitaria.

Todos los intelectuales de nuestra América han sido aleccionados por PHU. Se nutrieron de su portentosa erudición, sapiencia lingüística y dominio de la literatura. Se le reverencia como uno de nuestros grandes maestros de las bellas artes.

Pero los maestros no son infalibles. Las nuevas generaciones debemos estudiarlos con respeto, gratitud y sentido crítico. La idea que tenía PHU sobre “el momento en que llega su término el proceso de intelección de la idea nacional”, sustentada en una carta a Federico García Godoy, en 1909, para nosotros es un error.

PHU afirmó: “Para mí tengo que la idea de la independencia germinó en Santo Domingo desde principios del siglo XIX; pero no se hizo clara y perfecta para el pueblo hasta 1873”. Más adelante sostiene:

“Sin embargo, para entonces la idea había madurado ya, y la revolución de 1873 derrocó en Báez no sólo a Báez sino a su propio enemigo Santana; derrocó, en suma, el régimen que prevaleció durante la primera República y desterró definitivamente toda idea de anexión a país extraño. Esa es para mí la verdadera significación del 25 de noviembre: la obra de ese movimiento anónimo, juvenil fue fijar la conciencia de la nacionalidad.”

En el párrafo siguiente remata: “El año de 1873 significa para los dominicanos lo que significa en México el año de l867; el momento en que llega su término el proceso de intelección de la idea nacional.”
Y resume de esta manera: “La independencia de la República como hecho, como origen creo que debe contarse desde 1821, aunque como realidad efectiva no exista hasta 1844 ni como realidad moral hasta 1873.”

Creemos que el “proceso de intelección de la idea nacional” no llegó a su término en 1873. Disentimos del gran maestro. Lo deseado, lo ideal sería que PHU tuviera razón en ese punto. Pero, lamentablemente, no la tiene. La prueba irrefutable del error de PHU la encontramos en la actitud servil e indecorosa de nuestras clases dominantes y de las grandes mayorías nacionales durante la ocupación militar norteamericana de 1916. Solo los gavilleros, una minoría de valientes patriotas de la región Este, presentaron una resistencia digna al enemigo. Los demás, contemporizaron con el invasor.

Otra prueba de que “la idea nacional” no fue finalmente entendida ni concebida en 1873, es la petición de altos oficiales militares dominicanos para que EUA interviniera en la guerra de 1965, y hasta se prestaron para formar un gobierno anti nacional, al servicio de esa fuerza extranjera.

Américo Lugo, Juan Bosch y Diógenes Céspedes tienen razón cuando afirman que no hemos tenido una verdadera conciencia nacional. Esa es la verdad, hasta hoy.

El Nacional

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