La Asociación Banileja de Productores de Mangos y la Junta de Regantes Nizao-Valdesia pidieron al Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos una mayor racionalidad en la distribución del agua al indicar que en la forma en que se está realizando en la actualidad se está poniendo en peligro toda la producción agropecuaria de la provincia.
Los comisionados, en visita a la redacción de El Nacional, reconocieron el impacto de la larga sequía, que ha sido extremadamente dura en los últimos seis meses, en la disponibilidad de agua y la necesidad de garantizar el abastecimiento a las grandes ciudades que dependen de Valdesia.
Sin embargo, indicaron que no toda el agua que se envía a las ciudades, particularmente al Gran Santo Domingo, es para uso humano. Indicaron que la mayor parte de los habitantes de las ciudades no consume agua servida por los acueductos, sino embotellada.
Precisaron que el mayor consumo de agua es para uso doméstico, o sea para lavar, limpiar, higiene y otros usos como el lavado de vehículos.
Otra parte importante del agua servida es para uso industrial.
Por ello, “entendemos que no se ha dado el mejor uso al recurso agua, prácticamente se ha diezmado la producción agrícola y pecuaria para dar prioridad al abastecimiento del Gran Santo Domingo de agua para uso doméstico, ya que para consumo humano se compra agua embotellada, ya que nadie toma el agua del acueducto”, dijo Eugenio Peña (Antonio), gerente de la Junta de Regantes Nizao Valdesia,, quien estuvo acompañado de Andrés Mejía, presidente de la Asociación Banileja de Productores de Mangos y los productores Guillermo Contreras y Jorge Jiménez.
“Nosotros entendemos que amen de la sequía debe haber una racionalización del uso del recurso agua, que nos permita a nosotros como productores, no perecer y por el camino que vamos estamos casi pereciendo”.
Indicaron que en Peravia hay cuatro mil 593 usuarios que tienen bajo cultivo 178 mil tareas y que requieren de un flujo con tinuo de agua de 11 metros cúbicos por segundo (como ocurría antes de la construcción del acueducto a Santo Domingo).
Jiménez planteó que con un servicio de 11 metros cúbicos por segundo en el canal Marcos A. Cabral y dos metros en el Nizao, cada cinco o seis días se podría paliar la situación que afecta no sólo a los productores de Peravia sino también a los de San Cristóbal.
Contreras, al intervenir, dijo que la situación ha llegado a un extremo que el año pasado de un promedio de 10 a 11 mil tareas que usualmente se siembran de cebollas, sólo había en producción dos mil tareas y la mayor parte de ellas utilizando agua de pozo.
Mejía, de su lado, indicó que el mayor riesgo para la provincia Peravia por la falta de agua es que se produzca un desplome de la producción de magos, que está distribuida en 42 mil tareas.
“De seguir esta situación se puede desplomar la producción de mango, que ha sido colocada como la principal de la provincia, aunque no es la única”, dijo el dirigente de productores de mangos.
UN APUNTE
Alternativas propuestas
Como medidas de corto plazo, los productores agropecuarios de la provincia Peravia proponen un uso racional del agua por parte del Indrhi, pero además de ello indicaron que la construcción de varios bancos de pozos en diversos puntos de la provincia ayudaría a paliar la situación. A mediano y largo plazo, proponen la rehabilitación real de los canales, “no en los periódicos” y eliminación de la sedimentación de las presas.
