Censurables
Paros escolares
En un momento en que se advierte un real esfuerzo por elevar la calidad de la enseñanza y mejorar las condiciones de los maestros, los paros en la docencia han vuelto a irrumpir en el sistema educativo.
En Barahona y Pedernales la docencia ha sido suspendida y en La Romana limitada a solo dos días a la semana. Ninguna razón que puedan invocar los convocantes justifica la suspensión sin agotarse la vía del diálogo.
Pero además con los paros, como observó Acción Empresarial por la Educación (Educa), se viola el “Pacto Nacional por la Reforma Educativa”.
Huelga señalar que con las acciones se priva a miles de estudiantes de su derecho fundamental a recibir una educación continua. No prestan su mejor servicio las corrientes de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP) que respaldan los movimientos bajo el criterio de que los problemas acuciantes en las escuelas necesitan solución.
Por supuesto que se necesitan, pero deben buscarse a través del diálogo y no a través de acciones que afectan al desarrollo.
El ministro de Educación, Andrés Navarro, ha dado señales más que sinceras, divorciadas por completo de la politiquería barata, para mejorar las condiciones de trabajo de los maestros y elevar la calidad de la enseñanza.
