Zona colonial
Vuelven quejas
Residentes, organizaciones y juntas de vecinos de la Ciudad Colonial han vuelto a quejarse sobre el remozamiento del casco histórico, cuya primera fase ha supuesto una inversión de 30 millones de dólares prestados por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Cables eléctricos a la intemperie, problemas con la rehabilitación del hotel Francés y otras supuestas anomalías se citan entre los inconvenientes que han llevado a los quejosos a calificar los trabajos como un verdadero fiasco.
La verdad es que el proceso ha transitado, desde un principio, con muchos obstáculos, que se han traducido en denuncias. Pedro del Castillo, presidente de la Unión de Juntas de Vecinos, no ahorró críticas al deplorar el criterio con que la encargada de la comisión del Ministerio de Turismo, Maribel Villalona, maneja el proyecto.
A pesar del tiempo, la gente sabe muy poco del proceso, como no sea que para completarlo se solicitó otro préstamo por 90 millones de dólares al BID. Las quejas son para que Turismo no sólo avance, sino que explique el desarrollo de los trabajos.
La gente, más que reconocer lo que se ha avanzado, lo que toma en cuenta es lo que falta por hacer. Y los inconvenientes que padecen. Sin importar que sea poco o mucho.
