En Najayo

Salud y seguridad

Acosado por las críticas sobre los privilegios a los imputados por los sobornos de Odebrecht, el coordinador del Nuevo Modelo de Gestión Penitenciaria ha encontrado otro pretexto para escurrir el bulto ante lo evidente.

El centro, para más, fue remodelado hace dos años. Según Ismael Paniagua la remodelación de las celdas de la cárcel de Najayo en que han sido encerrados los acusados es por razones de salud y seguridad. La aclaración de Paniagua no es más que una tomadura de pelo.

Las celdas de Najayo y otros centros en que no están recluidos pudientes o influyentes son antros que no gozan de esa salud y seguridad a que tienen derecho no solo los encartados en el caso Odebrecht, sino todos los presidiarios.

No se acaban de entender las razones por las cuales la Procuraduría General de la República quiere negar un trato especial a reclusos cuya prisión ha sido cuestionada por distintos sectores. Ni tampoco el porqué se trata de negar que las cárceles están muy lejos de contar con las comodidades y llenar los requisitos de un sistema penitenciario con todas las de la ley.

De reunir las condiciones de salud y seguridad no se hubieran remozado las celdas de Najayo, pero tampoco trasladado al recinto en vez de a La Victoria al empresario Ángel Rondón. Las evidencias abundan para querer engatusar a la opinión pública.