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En nombramientos

Escándalos

La repulsa por los nombramientos efectuados por el presidente Danilo Medina no se ha hecho esperar. No solo por el desprecio a la sensatez que representa la designación de políticos vinculados a escándalos, como los casos de Andrés Boció Fortuna, Van Troy Suazo y Enrique Martínez, sino por el incremento de la nómina con más funcionarios que solo recibirán un sueldo.

Nombramientos como el de asesor territorial del exsenador Enrique Martínez, quien por demás fue implicado en irregularidades por más 70 millones cuando dirigió el Consejo Estatal del Azúcar (CEA), indican que el saneamiento de la nómina no tiene el menor interés para el Gobierno.

El caso de Boció Fortuna, designado ministro consejero y encargado consular en Belladére, ha merecido una particular repulsa por haber sido destituido en 2014 después de ser apresado transportando 15 haitianos ilegales.

Pero ya en 2007 Boció Fortuna había sido cancelado al revelarse que en la misma ciudad en que ha sido designado operaba un consulado clandestino y se le imputó la supuesta falsificación de visas. En cuanto a Suazo, cuyo nombramiento como viceministro de la Juventud fue revocado, lleva un mes en prisión acusado de violencia de género.

Tanto los antecedentes como el peso que las designaciones representan para la nómina convierten en un desatino, en el mejor de los casos, algunos de los nombramientos, con los que es obvio que no se procura una mejoría de los servicios, sino satisfacer intereses políticos.

El Nacional

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