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Radar: Drama espantoso, Muertes de niños

Radar: Drama espantoso, Muertes de niños

Las muertes de recién nacidos en el Robert Reid Cabral, el hospital de maternidad Nuestra Señora de La Altagracia y ahora en el Jaime Mota, de Barahona, amplifican los cuestionamientos sobre los servicios sanitarios.

Se han enarbolado todos los pretextos para explicar las deplorables defunciones, pero la realidad es que en lugar de controlarse no han hecho más que incrementarse, quedando de esa manera muy mal parado el discurso de las autoridades sobre la mejoría en el sistema de salud.

En los últimos días en el hospital de Barahona han muerto siete infantes, lo que ha generado una lógica alarma tanto entre las parturientas como en otros sectores. Mientras el Servicio Nacional de Salud (SNS) designó una comisión para indagar las causas de las defunciones, personal del centro estima que las autoridades ocultan las deficiencias y los problemas a la población. Cuando en 2014 se reportó la muerte de 11 niños en el Reid Cabral, el presidente Danilo Medina dijo que había quedado impactado y dispuso cambios administrativos.

Y al inaugurar las instalaciones del hospital Moscoso Puello, el mandatario quedó tan impresionado que proclamó que ya no había necesidad de ir a centros médicos privados con la inversión hecha en los hospitales públicos. Pero el caso de los niños de Barahona, tratándose de una realidad que se repite,  indica que el sector dista mucho de las condiciones y los servicios para garantizar las atenciones al más alto nivel por lo menos a las personas de escasos recursos económicos.

El Nacional

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