El productor de espectáculos Raphy D’Oleo no realizará otros conciertos de “!Mujeres divinas…Sonia Vive!”, ni denostará a la familia de una artista que prestigió su empresa, pese a la carta en que se le acusa de haber usado el nombre de la cantante.
En su misiva, la familia de Silvestre acusa a D’Oleo de práctica deshonesta y poco honorable de utilizar la imagen, la voz y el aprecio de los seguidores de Sonia Silvestre con el propósito de promocionar otras artistas, apoyándose en los méritos y legado de una cantante dominicana importante, ícono de toda una generación.
En su respuesta pública D’Oleo dijo que dicha carta irrespeta y expresa desconsideración a cuatro grandes artistas que dedicaron su talento y esfuerzo para brindar una emotiva noche de remembranzas de la artista.
La respuesta de Raphy D’Oleo a la familia de Silvestre dice:
“!Mujeres divinas…Sonia Vive!” Con este concierto Sonia se ha convertido en el eje fundamental del relevo artístico de la balada”, rezaba la nota enviada a los medios. Ese fue el motivo principal cuando concebimos el evento.
“El homenaje no es una recopilación sin sentido de las cosas que realiza una persona. Es una exposición de las positividades de un individuo para que sirvan de marco referencial a futuras generaciones y punto de partida para su permanencia en la memoria colectiva de la posteridad.
“No voy a usar esta misiva para denostar o maltratar a la familia de una artista que prestigió mi empresa al permitirme manejarla por 8 años. Nunca lo haría. Pero no debo obviar ciertas puntualizaciones sobre la irrespetuosa carta pública donde se expresan consideraciones falaces y desconsideraciones innecesarias a 4 grandes artistas nuestras, que dedicaron su talento y esfuerzo para brindar una emotiva noche de remembranzas y honores a la más grande solista femenina dominicana de todos los tiempos”, dijo.
“1.- Durante todo el proceso solamente se hizo contacto con el Sr. José Betancourt, viudo de Sonia, quien nos proporciono todo el material de apoyo, incluyendo la silla de mimbre y los vestidos que adornaron el escenario del show.
“2.- Me remito a las opiniones que puedan obtener del Sr. Betancourt, pues como expresé, nunca hable con nadie más de la familia de la artista. Supongo que los insultos expuestos en su carta son producto de inconvenientes ocurridos la noche del concierto, cuando querían que se rompiera el protocolo de entrada y penetrar al salón con prioridad a las personas que desde temprano soportaron los inconvenientes de una larga fila, lo que nos obligaba a romper el orden establecido.
“3.- No respetan la verdad ni la profesionalidad de las artistas actuantes en el reconocimiento, cuando plantean que “no conocían a cabalidad sus líricas”. Doy fe de que todas son fanáticas empedernidas de Sonia y conocen al dedillo, no solo las canciones, sino la vida artística completa de La Silvestre.
“4.- Durante mucho tiempo recibí innumerables solicitudes, incluso de grandes artistas, para realizar este homenaje. A todas me negué inicialmente, porque entiendo que no debe usarse este recurso para uno lucrarse de manera personal. Le sugiero a la familia que consulte con el Sr. Betancourt la carta que le redacté para el próximo concierto y luego saquen las conclusiones pertinentes. Para hablar mentiras y comer pescado……
“No voy a responder las consideraciones personales que ¨hoy¨ tienen sobre mi porque no voy a descender a ese plano bajo donde las miserias humanas retratan a los que viven escondidos detrás de caretas invisibles. Sonia, donde quiera que este, sabe que con ella y con todos los artistas que manejamos hemos mantenido una conducta intachable y transparente. A ellos, y solo a ellos, tendríamos que pedir permiso para realizar cualquier evento de esa naturaleza.
“Por lo demás, no deben preocuparse. No voy a realizar los conciertos que estaban programados en el país y en el extranjero porque no voy a exponer a otros artistas a la vergüenza pública del desenfreno y la sin razón de gente que hoy quieren proteger y defender lo que no fueron capaces de proteger y defender en el momento que las necesidades apremiaban. Gentes cuya ética y honestidad se hundieron en el fango del desprecio que su altanería provocó en personas valiosas que rodearon a nuestra Sonia Silvestre”.
