LA HABANA, AFP.- El presidente de Cuba, Raúl Castro, presidió este sábado la sesión anual del Parlamento, que adoptó medidas para enfrentar las deficiencias de la economía y una ley que amplía la edad de jubilación en cinco años en busca de aumentar la fuerza laboral.
El primer mensaje del Parlamento a la población fue claro: a pesar de un crecimiento del 4,3% en el Producto Interno Bruto (PIB) en 2008, los recursos no alcanzan para satisfacer las necesidades actuales, las acumuladas y las expectativas.
La Habana, (EFE).- El presidente de Cuba, Raúl Castro, solicitó hoy al Parlamento más tiempo para hacer la reforma de la Administración Central del Estado, pero anunció para el próximo año la creación de una Contraloría encargada de supervisar la actividad de las instituciones estatales.
La prioridad de otros asuntos nos impidió la conclusión de los estudios y presentar a esta Asamblea la nueva composición del Gobierno. Por tanto, solicitamos a ustedes aplazar esta decisión, dijo Castro en su discurso de clausura de la segunda y última sesión del Parlamento en 2008.
En su discurso de asunción presidencial ante el Parlamento en febrero pasado, Castro anunció una reducción de los organismos del Estado para hacer más eficiente la gestión del Gobierno y buscar una estructura más compacta y funcional para los requerimientos de la isla.
“No todo crecimiento de nuestra economía puede reflejarse de inmediato en un incremento del consumo”, dijo el ministro de Economía, José Luis Rodríguez, quien aseguró que esos recursos creados en un año no alcanzan “para cubrir todas las necesidades acumuladas y las nuevas que surgen”.
La única garantía para un desarrollo sostenible son las inversiones, que aún “son insuficientes”, pues representan sólo el 14% del PIB, mientras que el 78% se emplea en el consumo personal (vivienda, alimentación) y social (escuelas, hospitales), y el 8% para pagar las deudas.
En una comparecencia previa ante el Parlamento, Rodríguez afirmó que solucionar las afectaciones a la vivienda ocasionadas por recientes huracanes -medio millón de casas-, demorará hasta tres años en algunas zonas del país.
El ministro exhortó a aumentar la eficiencia y la productividad “para crear las riquezas necesarias antes de consumirlas” y a trabajar “más aceleradamente” para fortalecer la moneda nacional y poder eliminar la doble circulación monetaria actual (peso y peso convertible), una de las exigencias de la población.
“En nuestra gestión económica estatal existe todavía lentitud e ineficiencia”, reconoció Rodríguez y dijo que a pesar de una tasa de desempleo de 1,6%, existen 189.000 personas en edad laboral que no estudian ni trabajan, pero disfrutan de beneficios “parasitariamente”.
El presidente de la Comisión de Economía del Parlamento, Osvaldo Martínez, reconoció como asignatura pendiente devolverle al salario su “capacidad para satisfacer las necesidades”, el más grave problema de la gente común.
Pero las medidas para corregir esa situación serán aplicadas “de forma gradual, sostenible y sin esperar soluciones inmediatas y espectaculares”, advirtió.
Por su parte, la titular de Finanzas, Georgina Barreiro, alertó sobre la necesidad de revisar la política impositiva en busca de mayores ingresos y pensar en eliminar las “gratuidades indebidas” que todavía existen.
“Existe hoy un nivel de gratuidades indebidas y altamente subsidiadas que están por encima de las posibilidades económicas del país. Este problema deberá ser abordado de forma gradual y sostenida”, dijo Barreiro.
La economía cubana se propone un crecimiento del 6% para 2009, para lo cual “se elaboró un plan que reduce los gastos adecuándolos a los ingresos para lo cual han debido posponerse inversiones y otros gastos imprescindibles”, dijo Rodríguez.
El presupuesto para 2009 presentado por Barreiro prevé ingresos por 43.700 millones dólares (en su equivalencia en pesos) y gastos por 47.500 millones, lo que implica un déficit de 3.842 millones, 5,6% del PIB, inferior al del año anterior (6,7%), “lo que se considera razonable”, dijo la ministra.
La agenda parlamentaria incluye la aprobación de una nueva ley de Seguridad Social, que prevé la prolongación en cinco años de la edad de jubilación debido al envejecimiento poblacional, y el discurso de clausura del presidente Raúl Castro.
