Opinión

Razones para rebelarse

Razones para rebelarse

La Constitución de la República no es votada y promulgada para complacer a una persona ni grupo en el poder. No prohíbe expresamente que un ciudadano dominicano llamado Danilo Medina sea reelegido en el 2020 por tercera vez consecutiva. No es personalizada, por supuesto, pero establece en su artículo 124 que “el Presidente o la Presidenta de la República podrá optar por un segundo período consecutivo y no podrá postularse jamás al mismo cargo ni a la Vicepresidencia de la República”.

De manera que cualquier ciudadano, llámese Danilo Medina o como sea, prestante o no, que haya ejercido la Presidencia de la República durante dos cuatrienios consecutivos, tiene que olvidarse de volver a postular para ese cargo. Sin importar que pagada oficial lo quiera presentar como un santo varón Cumplido su segundo mandato, se va para su casa, glorioso y tranquilo. La República sigue, como lo ha hecho desde 1844. Como debe ser, y punto.

Conocida y escrutada la triste, inestable y rastrera historia de Carta Magna, lo expresado más arriba es, a todas luces, una ingenuidad.

Modificada 39 veces –en 32 ocasiones para posibilitar otra postulación del mandatario de turno-, la vigente constitución dominicana fue votada y proclamada por la Asamblea Nacional el 13 de junio de 2015, con el único propósito de que Medina siguiera en el poder, elegido en el 2016 en unos comicios fraudulentos de pies a cabeza y de principio a fin.

Las últimas modificaciones introducidas, auspiciadas por Leonel Fernández, Hipólito Mejía y Danilo Medina, definen el tratamiento poco solemne e irrespetuoso que estos tres presidentes han dado al sagrado y único documento que nos consagra como nación constituida en república. Un cambio tras otro reciente sería no menos azaroso e indigno.

Como inexplicable también resulta que encuestadores y medios contemplen y cuantifiquen aún la opción de Medina entre los potenciales candidatos presidenciales en las próximas elecciones generales. Manipulación que, de alguna forma, insulta en lo más hondo nuestra dignidad constitucional, por tanto, democrática y republicana.

Como no es una opción matar, violar las leyes e irrespetar los derechos humanos y ciudadanos, tampoco lo es que el actual Presidente vuelva a ser postulado. Fue reelecto como resultado de una de las tantas modificaciones constitucionales, forzadas y compradas con fondos del erario, ¿Qué más quieren? ¿Seguir usando el Estado para desbaratar lo que ya consiguieron hace apenas un año? ¿Entienden que este país es un juego o una mojiganga que pueden ensuciar, estrujar y desechar como un papel sanitario?

El Nacional

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