Opinión

Rebeldía con causa… indignación

Rebeldía con causa… indignación

Para impulsar de manera efectiva la lucha por la equidad y contra la exclusión social, el movimiento Los Indignados necesita una dirección política; pero el hecho de carecer de la misma no lo convierte en inútil.

La capacidad para convocar manifestaciones de protesta contra el sistema financiero y contra las medidas dirigidas a continuar colocando sobre los hombros de las mayorías el peso de la crisis, indica que tiene incidencia política.

Por su postura eminentemente ortodoxa, el filósofo argentino Mario Bunge califica el movimiento de “muy interesante como síntoma de insatisfacción, pero inútil porque no va acompañado de organización política”.

Noam Chomsky y James Petras, intelectuales estadounideses de avanzada,  destacan el nivel de concurrencia. Chomsky atribuye las manifestaciones a que “el gansterismo de Wall Street ha causado graves daños a la población de Estados Unidos y el mundo”.  Petras define el movimiento como “una gran convergencia de los perjudicados por el sistema financiero, empleados que perdieron su trabajo, gente que perdió casas e hipotecas, sus pensiones…”.

 El reconocimiento de que mucha gente se agrupa con el propósito consciente de hacer sentir su inconformidad, no equivale, en sí mismo, al anuncio de que el mundo está a las puertas de una revolución social, pero el nivel de coordinación para la protesta indica que mucha gente se ha sumado a un reclamo.

 En la noche de Año Nuevo, integrantes del movimiento Occupy Wall Street, ocuparon de nuevo el Zuccotti Park (la plaza de la que fueron desalojados en forma violenta en noviembre), y la represión se hizo sentir de nuevo: la Policía roció gas pimienta y detuvo a más de 50 personas. El sistema respondió de ese modo a las más de  500 personas que salieron de sus hogares esa noche y levantaron las barricadas que semanas antes había  instalado la Policía.

El año 2012 fue iniciado con manifestaciones de protesta que las grandes agencias no pudieron silenciar.

Cabe destacar también la protesta en Iowa, de cara a las primarias del Partido Republicano. Los manifestantes se agrupan bajo el nombre Ocupa Caucus, se establecen en campamentos y critican el derroche de dinero y la postura elitista de los legisladores. 

En España, las protestas contra los ajustes se han hecho sentir, y en Israel y en Japón las marchas y  concentraciones han sido tan concurridas que ha sido imposible seguir diciéndole al resto del mundo que en esos países todos entienden justa la explotación.

A nivel global, se destapa el rostro de un sistema injusto y excluyente, y al interior de muchos países, la ilegitimidad del ejercicio del poder queda retratada… Algo es algo.

El Nacional

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