“Asumí el compromiso con el reciclaje de una manera más determinada y responsable, pues entendí que reciclar es mi manera de defender mi planeta, pero a la vez comprendo que no puedo solo, y que para hacerlo, necesito la contribución de todos”, manifestó anoche el artista plástico Nelson Barrera, en la apertura de su muestra “La Resurrección de la materia”.
La exposición realizada de piezas de metales desechados provenientes de carros y otros medios de traslado, cuenta con unas veinte obras y estará abierta en el en el Museo de las Casas Reales hasta el 5 de octubre.
Las piezas están ejecutadas con un ensamblaje sofisticado y una forma artística de mucho valor, colocadas tanto en la sala de exposiciones temporales, como en la Plaza del Reloj de Sol, donde están las de gran formato.
Amantes de las artes visuales, empresarios y personalidades de la cultura acompañaron a Barrera en su segunda individual como escultor, con la que celebra 25 años de trabajo continuo.
“Desde mi primera individual no me he dedicado a ninguna otra cosa que no sea el arte, a pintar, dibujar, restaurar y a una pasión que se ha ido acrecentando en mí, que es la de hacer esculturas de metales reciclados”, dijo emocionado.
Cambio y nueva vida
El crítico de arte Abil Peralta dijo de la muestra que “aunque puedo afirmar que en el particular caso de este artista, por la destreza, dominio de la técnica y administración de los elementos, incluyendo elevación en el espacio vacío, levanta su discurso hasta la categoría de lo que, en el lenguaje del arte contemporáneo-ecológico y medioambientalista, los norteamericanos denominan arte reciclado, una expresión artístico escultórica en la que el creador va más allá de los materiales y objetos iníciales, y les proporciona, en cambio, una nueva vida, transformándolas en obras de arte únicas, como es su caso”.