El vicepresidente de la Fuerza Nacional Progresista (FNP) y el Polo Soberano reclamó hoy la aplicación del 80/20 sobre mano de obra de dominicanos sobre la extranjera establecido en el Código de Trabajo y afirmó que por su violación hasta 400 mil criollos se quedan sin empleos.
El exdiputado Pelegrín Castillo criticó que estén las obras del gobierno en la violación del Código y que entre 300 a 400 mil empleos les han sido negados de manera violatoria a los dominicanos.
El exministro de Energía y Minas explicó que los dominicanos pudieran tener acceso a esos empleos si se aplicara el 80/20, incluidos los emblemáticos asentamientos de la Ciudad Juan Bosch y La Nueva Barquita, cuyas contrataciones de trabajadores se ha invertido.
“Dicho proceso debe comenzar por las obras públicas, porque resulta inaceptable que en la mayoría se ha invertido en el 80/20 a favor de trabajadores haitianos”, expresó el también excandidato presidencial del Polo Soberano en las pasadas elecciones en un documento informativo.
UN APUNTE:
LOS SALARIOS
Pelegrín Castillo cree que para que el aumento salarial no resulte ilusorio, es imperativo acompañarlo de una revisión de los mecanismos de formación de precios imperantes en la economía. Dijo que en la realidad en áreas de la economía existen altas concentraciones oligopólicas o monopólica, que sustraen rentas de la población en forma abusiva.
Agregó que “urge que el Gobierno revise la efectividad de la política de subsidios, en especial, en las zonas deprimidas o rurales, porque en la actualidad se ha convertido en un poderoso incentivo de la integración de los dominicanos al trabajo en áreas deprimidas”.
“Existen muchos motivos para que la entrega de subsidios y otros beneficios esté relacionada a la contratación de mano de obra nacional, y que sea, por tanto, una herramienta de una política activa de empleos”, dijo Pelegrín.
Juegos de azar
El vicepresidente de la FNP y el Polo Soberano explicó que también es necesario que se regulen mejor los juegos de apuestas, ya que están perjudicando seriamente a la población más empobrecida. Manifestó que estos juegos de azar generan males sociales diversos, que afectan la productividad de los trabajadores, la estabilidad de las familias y el orden público.
