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Rectas duras y pegadas

Rectas duras y pegadas

No es tiempo de buscarle “la quinta pata al gato”, en estos momentos lo más importante es que el torneo de Baloncesto Superior del Distrito Nacional se está desarrollando.

El torneo presuperior, como primera prueba de fuego de la Nueva Abadina, comenzó en incertidumbre y culminó en un rotundo éxito.

A pesar de las malas vibras y los deseos negativos para que el nuevo Comité Ejecutivo fracase en sus ejecutorias, todo ha salido bien y se han superado las precariedades hasta el momento.

La puesta en marcha del torneo superior el pasado miércoles es la confirmación de la gran disposición que tienen los dirigentes que actualmente rigen los destinos de la Asociación de Baloncesto del Distrito Nacional, Abadina, porque no se amilanan y están dispuestos a echar la pelea por hacer un trabajo decente que devuelva la credibilidad a la actividad en la capital.

Criticar sin aportar soluciones de buena manera no se suma ni se ayuda a mejorar nada, porque es la forma más fácil de despotricar sin tomar en cuenta en las condiciones en qué el nuevo Ejecutivo recibió la Abadina: un local vacío y dos escritorios, más nada… Ah si, eso si, cinco tanques llenos de papeles quemados en frente del local.

La situación económica por la que atraviesan los clubes es difícil por la falta de respaldo publicitario reflejada en patrocinio, sin embargo los dirigentes hacen el sacrificio para que no perezca el torneo y han puesto en la cancha lo mejor que tienen disponible.

Es un torneo con calendario recortado, sólo un mes de competencia, pero hay la determinación, llueva, truene o venteé, se cumplirá con lo programado, y por lo visto hasta el momento, la competencia será interesante de principio a fin que de seguro despertará el entusiasmo de los seguidores para que asistan al Palacio de los Deportes Virgilio Travieso Soto a respaldar a sus respectivos equipos.

Oficina Supervisora de Obras del Estado, bajo la dirección de Luis Sifres,  cumplió su parte al entregar una instalación reacondicionada a la altura de la competencia y que permitirá el desarrollo de la justa sin tropiezos. 

Mientras tanto uno mi voz ha aquellas que claman porque el empresariado se decida invertir en esta diversión sana que es el baloncesto, ayudando a los clubes participantes para que redunde en una mejor competencia… Y que gane el mejor.

El Nacional

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