Deportes

Rectas duras y pegadas

Rectas duras y pegadas

La pasada semana mientras departía con un grupo de mis amigos de siempre, del barrio, se produjo una acalorada discusión entre mi hermano Lucas Marte y yo provocada por unas declaraciones del colega Bienvenido Rojas en el programa “La Semana Deportiva”.

Según me enrostró mi amigo Lucas, Bienvo expresó que yo era su enemigo por sus simpatías y defensa al trujillismo, derecho que respeto pero que jamás compartiré ni con él ni con nadie por lo oprobioso y criminal que fue esa Era.

Aproveché para llamar por teléfono a Rojas y me aclaró que se refirió a mí en esos términos a manera de broma, pero creo que también lo hizo con la intención de “echarle más leña al fuego” si se toma en consideración el momento de conflicto en que se produjeron sus expresiones.

Bienvo sabe muy bien que no albergo ningún sentimiento de enemistad hacia su persona, que hemos mantenido una relación de cordialidad y respeto mutuo por mucho tiempo pero no tengo por qué soportarle a nadie malos tratos ni discriminaciones en lo personal ni en mi condición de miembro directivo de nuestra benemérita Asociación de Cronistas Deportivos de Santo Domingo, ACD.

Ahora bien, no soy la persona más indicada ni estoy autorizado para defender ni ponderar los sobrados méritos que posee el doctor José Pío Santana, no solamente para pertenecer a la institución que su juramentación data de 1987, sino para presidirla con acierto e idoneidad como ha sido hasta el momento.

Porque uno de los alegatos de los que no cumplen con la entidad, ni pagan la cuota correspondiente ni asisten a las asambleas pero que les interesa ser premiados cada año, es descalificar a Santana amparado en el pobre y ridículo argumento de que no es periodista desconociendo adrede por malquerencia personales que la ACD además acoge en su seno a locutores comentaristas y voz comercial así como a fotógrafos y camarógrafos.

Las instituciones no deben ser buenas solamente para cuando nos conviene, que da pena y hay que estar vivo para ver y escuchar a personas que han sido galardonadas en otras ocasiones y todo ha sido color de rosa quejarse y caer en la ofensa, sino que hay que cumplir con los mandatos estatutarios que las rigen porque quien no cumple no tiene derecho a nada.

Sea una chanza o no del amigo Bienvenido, la realidad es que la ACD cumple con su cometido y para eso trabajan a diario los que han asumido la responsabilidad de regirla.

 

El Nacional

La Voz de Todos