La selección de nacional superior de baloncesto se prepara con miras a sus próximos compromisos internacionales: Centrobasket y el Repechaje clasificatorio a los Juegos Olímpicos de Londres.
Ha causado sorpresa entre los amantes del deporte del aro y el balón la decisión adoptada por la gerencia del conjunto tricolor de excluir para esta ocasión a Charlie Villanueva para integrar al pívot nacionalizado dominicano de origen norteamericano Josh Asselin, quien representó el país en una ocasión única en 2005.
La decisión dejó claramente establecido que la selección se apoyará en tres figuras fundamentales: Alfred Horford Reynoso, Francisco García y Jack Michael Martínez.
Entiendo que siempre que se prescinde de los servicios de un jugador de la talla de Charlie se corren muchos riesgos, pero en esta oportunidad el cuerpo técnico entiende que necesita de un jugador de las características de Asselin, independientemente de que la producción de Villanueva vistiendo el uniforme nacional haya dejado mucho que desear.
Creo correcto el movimiento de la gerencia, que se la juega debido a la condición de profesional de la NBA de Charlie, pero había que escoger un jugador permitido por los reglamentos entre los naturalizados y es justo que se le brinde la oportunidad a Asselin y que sean los hechos que produzcan el veredicto, porque el baloncesto al igual que otros deportes es una disciplina de hombre no de nombre.
La inyección de Asselin servirá de mucha ayuda para el estelar centro Horford en la defensa y la lucha por los rebotes, quien viene de una lesión que ameritará cuidado y administración de su tiempo en cancha de parte del entrenador John Calipari.
En cambio, Charlie es una interrogante en este tiempo de temporada muerta de la NBA, se desconoce su condición física y ya anteriormente se ha presentado muy fuera de forma, lo que es perjudicial si se toma en cuenta que son participaciones en torneos bastantes cortos que no dan tiempo a buscar un optimo nivel de juego si se está muy fuera de cancha.
Así las cosas, el nuevo reto asumido por el prestigioso dirigente norteamericano, actual campeón de la NCAA con la Universidad de Kentucky, tendrá su prueba de fuego en San Juan, Puerto Rico del 18 al 24 de junio próximo en el torneo Centrobasket y luego de ese resultado, que conllevará una rápida evaluación, enfocarse en el serio compromiso del Repechaje Olímpico a celebrarse en la ciudad de Caracas, Venezuela del 2 al 8 de julio.
