La situación del deporte nacional es de cuidado, a punto de declararse en estado de emergencia. Y no exagero.

Para nadie es un secreto que el Ministerio de Deportes y Recreación se encuentra en total inercia, producto de una sordera del ministro Jaime David Fernández Mirabal que un año después ignora los reclamos del Comité Olímpico, Federaciones Deportivas Nacionales, ligas, clubes, atletas, entrenadores y demás.

Particularmente sostengo una tesis sobre la incomprensible manera de Fernández Mirabal manejar la certera deportiva, que consiste en que nunca quiso ir a deportes sino a otro ministerio.

Debe entender el ministro que Miderec no es una cuenta de ahorro, que el dinero de su presupuesto es para ser invertido y repartido para el fomento, desarrollo y sostenimiento de las actividades deportivas en todos los niveles, que no debe priorizar la educación física porque para eso está el Instituto Nacional de Educación Física, Inefi, que por demás es una dependencia del Ministerio de Educación.

La restricción económica está ahogando y poniendo en peligro el actual ciclo olímpico porque los atletas de alto rendimiento han limitado su preparación por falta de los recursos, que no llegan como deben a las respectivas federaciones ni al Comité Olímpico Dominicano.

Un ejemplo lo representa la gimnasta Yamilet Peña, que a pesar de colocarse entre las primeras del mundo por su sorprendente desempeño, en estos momentos no cuenta ni siquiera con un entrenador, porque el que tenía pide aumento de su salario.

Las restricciones económicas tocan los torneos de alta competición como le ocurrió a uno de baloncesto superior del interior, que sometió un presupuesto de RD$2,200.000.00 y le aprobaron RD$200,000.00, mientras el del Distrito Nacional, que entra ya en fase semifinal aún espera la contribución de la Miderec.

El grito llega al cielo de las ligas y clubes que desarrollan sus actividades de forma precarias porque se les ha limitado hasta la utilería, mientras el ministro está enfocado en el ornamento de las áreas verde de las instalaciones como el Centro Olímpico Juan Pablo Duarte, Parque del Este y la Barranquita de Santiago, una función propia del Ministerio de Medio Ambiente.

Así las cosas, Jaime David ha cogido muy a pecho, y como excusa, la austeridad esgrimida por el Presidente Danilo Medina cuando arrancó su mandato, para limitar las asignaciones económicas a las instituciones del deporte que claman en el desierto, hasta el momento, por ayuda.

Es por eso, entre otras cosas, es que sostengo que Fernández Mirabal aceptó ir a Miderec en contra de su voluntad.