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Rectas duras y pegadas

Rectas duras y pegadas

Destapada la caja de Pandora del caso de la clínica Biogénesis de Miami y el morbo  tomando cause, se confirma una vez más el protagonismo lamentable de los peloteros dominicanos.

Es escandaloso y vergonzante  que de una lista de 13 jugadores sancionados por utilizar las sustancias que les suministraba la clínica, nueve son nuestros y el responsable de motivarlos a caer en ese error  también.No es justo quedarse solamente en los peloteros que violaron la regla de dopaje de las Grandes Ligas, sin señalar que hubo una persona que promocionó la clínica de Tony Bosch como la panacea que salvaría y dimensionaría sus respectivas carreras…un acto propio de la maldita cultura del engaño producto del “tigueraje” dominicano.

Un nicaragüense, el torpedero Everh Cabrera, de los Padres de San Diego, tuvo el valor de señalar al agente dominicano Juan Carlos Núñez como el responsable de promover y estimular el uso de los productos de Biogénesis.

Reveló que Núñez le dijo que había muchos peloteros en eso y por esa razón tomó la estúpida decisión.

¿Y quién es Núñez?, se desempeñó como agente-consultor de jugadores a través de la empresa ACES, agencia que representa a 11 de los 12 peloteros suspendidos, salió a la palestra en el caso de Melky Cabrera el año pasado por el que recibió una prohibición para entrar a los vestidores de los equipos de Grandes

Ligas.

Hay que descartar el manido argumento de racismo de este caso porque las evidencias son contundentes e irrefutables, que obligó  a los 12 suspendidos a aceptar la sanción por 50 partidos porque fueron utilizados para caer en esa debilidad con conocimiento de causa, porque todos sabían en lo que estaban y lo que buscaban con el uso de esos productos.

El caso de Alex Rodríguez tiene otros matices, primero porque en ninguno de los análisis ha arrojado un positivo, con el agravante de que se acusa al presidente de los Yanquis de Nueva York, Randy Levine,  de que recibiría un ocho por ciento de comisión de la empresa aseguradora Goldman Sachs, si se anula su histórico contrato del jugador.

Amén de que la Major League Baseball lo acuse de pretender comprar complicidad para entorpecer las investigaciones, todo parece indicar, por el torpe manejo que se le ha dado al caso, que se trata de una trama con el principal propósito, que ya se descartó, de expulsarlo de por vida del béisbol. Sin excusa, un episodio negro y vergonzoso para el talento dominicano.

El Nacional

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