Opinión

Reencarna la OISOE

Reencarna  la OISOE

El tipo reencarnó con otro nombre y en otro gobierno, justamente en la misma Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado (OISOE). Que como antes, no simplemente fiscaliza, sino que contrata, evade licitaciones, aumenta el costo y entrega las obras con un cúmulo de vicios de construcción y aéreas improvisadas.

El caldo de cultivo de la reencarnación sigue siendo morado, aunque los hubo –y los hay- colorado, blanco y variopinto. Todos creados en probetas y unidades genéticas de un sistema fabricante de capital cuestionado.

El teatro de operaciones fue el heroico pero degradado Darío Contreras, el principal hospital traumatológico de la nación, “necesitado” de una relumbrante y súper-costosa remodelación, acordada por un valor de 800 millones de pesos y sobre-valuada hasta cerca de 1500 millones (70% más); con el agravante de los vicios y defectos estructurales. Como aconteció en el Palacio de Bellas Artes, el Parqueo y el Comedor de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). Como pasó con el grueso de las obras bajo su ejecución en tres periodos de gobierno e iguales en escándalos.

Todo bajo el don del desdoblamiento mágico y la varita de hacer millones: funcionarios que son empresarios, empresarios-funcionarios y contratas que resultan autocontratadas.

Siempre con una alta dosis de engaño mediático: el presidente descubre un desastre social que todo el mundo conoce, anuncia cual chapulín la gran inversión para beneficio de la pobrecía, asigna la tarea a la impenitente OISOE bajo la protectora sombrilla palaciega, la obra se hace con la velocidad del rayo, se inaugura antes de tiempo, exhibe su deslumbrante modernidad en una pomposa ceremonia inaugural y no tarda en develarse la podredumbre de sus cimientes, contratos.

Otro Félix Bautista, otra irregularidad a la la vista, procreada en un caldo cultivo parecido, con reeleccionismo, neocaudillismo y otros aderezos.

Algunos ingenuos se asombran pensando que ahora podríamos vivir tranquilos con la simple diferencia de estilo.

Olvidan la abundancia de Félix, con variedad de nombres y de jefes que lo protegen. Ignoran la capacidad de reciclaje del capitalismo podrido y su partidocracia pervertida.

Creen que esto es cuestión de daniliar, abinadiar, moreniar, tontear…El mal es más profundo y necesita mucho más que votos caros y pujas desiguales, sobretodo en un escenario tan viciado y tan manipulado.

El Nacional

La Voz de Todos